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Chirac: "Francia es una e indivisible"

Horas antes de que los máximos representantes políticos franceses escenificaran ayer en Ajaccio la unidad de la república frente al terrorismo, la policía daba una primera respuesta al desafío lanzado el viernes por el asesinato del prefecto Claude Erignac. Once sospechosos de pertenecer a un grupo terrorista que un ocasionalmente el nombre de Sampieru, fueron detenidos en varias poblaciones de Córcega, "Francia es una e indivisible" declaró ayer el presidente Jacques Chirac en el acto de homenaje a la víctima celebrado en la capital corsa.

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"No permitiremos los ataques contra el Estado y contra sus servidores. No toleraremos que se deshaga la unidad del país" advirtió Chirac, al arremeter contra lo que calificó de "locura mortífera" y "desviación mafiosa". El presidente viajó a la isla acompañado del primer ministro, Lionel Jospin, y de los titulares de Interior, Justicia, Economía, Defensa y Función Pública. Respaldado por la mayor parte de los líderes de los partidos, el presidente homenajeó a la víctima en el lugar donde fue abatido.Entre los detenidos se encuentra Marcel Lorenzoni, de 50 años, antiguo fundador del FLNC (Frente de Liberación Nacional Corsa)-Canal Histórico, que supuestamente se distanció de esa organización tiempo atrás para fundar un grupo más radicalizado. La policía sospecha que ese grupo es el autor de la serie de atentados que culminó con el asesinato del prefecto Erignac.

El crimen fue reivindicado ayer por la mañana en un escrito mecanografiado enviado a varios medios de información de Ajaccio. Aunque el texto no lleva sello ni sigla alguna, hay pocas dudas de que sus autores guardan una estrecha relación con los asesinos. La prueba es que en su texto dan a conocer el número exacto de fabricación de la pistola Beretta 9 milímetros robada en septiembre a los gendarmes de Pietrasella y abandonada el viernes en las proximidades del lugar del crimen.

"La acción que reivindicamos hoy ha sido perfectamente pensada y es altamente política. No es fruto de una desviación o de una acción aislada de activistas descolgados de la lucha nacionalista y menos aún obra de mercenarios", indican los anónimos autores del comunicado. El texto está impregnado de la terminología clásica nacionalista: "opresión nacional", "lucha popular", "derecho a la independencia", pero contiene acusaciones extravagantes que centran la atención de los investigadores policiales.

Además de adjudicar al prefecto el correspondiente papel de "represor de los patriotas corsos" y acusarle de haber llevado al más alto nivel la acción colonial implacable, pese a su rostro humano", los terroristas acusan a su víctima de haberse opuesto a una serie de proyectos urbanísticos, proyectos, por otra parte, sumamente discutidos entre los habitantes de la isla.

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Así, consideran "una declaración de guerra al pueblo corso" la propuesta de Erignac de crear un parque natural en unos terrenos que determinados grupos económicos de la isla planeaban destinar a otros fines bien distintos. La convicción asentada estos días de que el prefecto asesinado era un hombre incómodo para determinados intereses, -se opuso al intento de duplicar las máquinas de juego del casino de Ajaccio, a la venta de los terrenos de un cuartel codiciados por los intereses inmobiliarios-, tuvo ayer en el comunicado terrorista una sorprendente confirmación.

Decidido a limpiar

Desde que llegó a Córcega en enero de 1996, Erignac se mostró decidido a hacer limpieza en ese espeso entramado de intereses en el que la utilización interesada del dinero de las cuantiosas subvenciones públicas y el nepotismo parecen darse la mano con la práctica de los sobornos, del chantaje, las amenazas y la violencia.Lo decía ayer un viejo nacionalista enemigo de la violencia. "Algunos de los que hoy derraman lágrimas de cocodrilo ante el presidente y las más altas autoridades del Estado, el viernes se reían para sus adentros. La mafia local y el terrorismo son hoy en Córcega dos espejos, enfrentados que nos ofrecen una única imagen deformada de estos dos fenómenos".

Los autonomistas e independentistas corsos creen que el asesinato es en última instancia obra de la mafia, sea cual sea el brazo ejecutor. "¿Quién gana con esto a varias semanas de las elecciones municipales? No desde luego los nacionalistas". Es una pregunta a la que los autores del comunicado de reivindicación respondieron puntualmente con la afirmación de que "las elecciones no son más que una peripecia anodina".

La supuesta alianza entre grupos terroristas y determinados intereses económicos constituyen un desafío en toda regla al Estado francés. La raíz mafiosa de la que Ios políticos hablan es un obstáculo que el Gobierno tendrá que resolver si quiere reinstaurar el Estado de derecho en Córcega.

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