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FÚTBOL 20ª JORNADA DE LIGA

El Espanyol claudica ante el Athletic

Un cabezazo de Guerrero provocó la primera derrota, blanquiazul en Montjuïc

Robert Álvarez

El Espanyol perdió con la receta que ha patentado para viajar en el vagón delantero del campeonato. El Athletic utilizó el somnífero primero y la gota de ' veneno después con los mismos ingredientes con los que Camacho suele cocinar las pócimas mortales que endilga a sus rivales, especialmente cuando el Espanyol actúa en campo contrario. Desde este punto de vista el triunfo del Athletic fue impecable, de nota. Desarmó al Espanyol en el centro del campo y resistió las embestidas de Quique Martín y Ouédec, escurridizos y bullidores ante la tripleta de corpulentos centrales con la que se arropó el Athletic, que no se estiró apenas. Pero cuando lo hizo fue letal. Se le vio desde el principio la intención de jugarse el todo por el todo en las acciones a balón parado. El despliegue de su aviación -Urzaiz, Carlos García, Ríos- era impresionante cuando se producía una falta al borde del área del Espanyol o un saque de esquina. Apenas bombardeó la portería de Toni pero bastó un solo y certero cabezazo de Guerrero para decidir el partido.El Espanyol, un equipo con los efectivos contadísimos, echó de menos a Roberto, con gripe, Brnovic, todavía lesionado, y Esnáider, que sólo actuó en la última media hora porque arrastra también las consecuencias de la gripe. Camacho, además, sorprendió al invertir la posición natural de Pacheta y Arteaga. Elzurdo gaditano actuó por la banda derecha en la primera parte y pasó muy desapercibido, mientras que Pacheta llegó en varias ocasiones a la zona de remate pero careció de pólvora. Galca cuidó del marcaje de Guerrero. Le obligó a recular más de la cuenta y le impidió asistir, por mera cuestión de proximidad, a Ouédec: y Quique Martín.

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El Athletic apenas dio síntomas de vida. Sólo un disparo algo lejano de Urzaiz. Pero se encontró cómodo con el equilibrio de fuerzas que consiguió en el centro del campo, donde sobresalió el. trabajo sordo y efectivo de Urrutia, en el centro, y Larrainza y Larrazabal, en las bandas. El partido, además, acabó de espesarse por la actuación de un árbitro quisquilloso, pero que se inhibió de todas y cuantas acciones sucedieron dentro de las áreas: se produjeron acciones de penalti de Ríos sobre Ouédec, Ton¡ sobre Etxeberria y Urzaiz. sobre Pochettino.

El Espanyol no forzó la máquina hasta que no encajó el gol. Esnáider y Luis le dieron entonces una mayor decisión a sus acciones ofensivas, -pero la defensa del Athletic resistió con una entereza y un orden notables. Eso sí, no hubo el papel estelar que reclama el toque de Guerrero. Los dos equipos fueron a buscar petróleo presionando sobre la salida del rival. De allí nacieron las tres o cuatro ocasiones de gol: un mal despeje de Imanol Etxebe'rria con Quique Martín echándosele encima o un error de Torres Mestre que provocó el penalti no señalado de Ton¡ a Joseba Etxeberria y que le valió al lateral blanquiazul una fulminante sustitución.

La derrota no pudo ser más descorazonadora para el Espanyol. Fue la primera que sufre en Montjuic, el nuevo estadio que estrenó ésta temporada tras la voladura de Sarriá. Se produjo el mismo día que Camacho cumplía su partido número 100 como técnico del club blanquiazul en Primera, y además ante un rival directo en estos momentos que hasta ayer sumaba la misma puntuación.

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Sobre la firma

Robert Álvarez
Licenciado en Periodismo por la Autónoma de Barcelona, se incorporó a EL PAÍS en 1988. Anteriormente trabajó en La Hoja del Lunes, El Noticiero Universal y el diari Avui.

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