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Una exposición reconstruye a vida cotidiana en la España de 1898 a través de 714 objetos

La muestra presentada en Madrid ilustra el fin de siglo "con rigor histórico y espectáculo"

, La exposición España fin de siglo 1898, presentada ayer en el antiguo Museo Español de Arte Contemporáneo (MEAC), en la Ciudad Universitaria de Madrid, reconstruye, a través de 714 obras -pinturas, fotografías, objetos, libros y periódicos-, la vida cotidiana del año 1898 "con rigor historiográfico y espectaculares efectos visuales", según la comisaria, la historiadora y académica Carmen Iglesias. La identificación del 98 con la guerra de Cuba, el desastre colonial y los escritores de esa generación se sitúa al lado para contar la historia de los españoles que iniciaron la contemporaneidad.

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Un cuidado itinerario

Un paseo de caballeros en velocípedo es la imagen que anuncia la exposición España fin de siglo 1898 en el antiguo MEAC de Madrid (avenida de Juan de Herrera, 2) y el catálogo, donde 30 autores completan con sus textos la labor de un equipo de siete investigadores que en los últimos tres años, bajo la dirección de Carmen Iglesias, han preparado el montaje de esta muestra. El próximo lunes será inaugurada por los Reyes y al día siguiente se abrirá al público, con entrada libre. Hasta el 29 de marzo permanecerá en Madrid, para viajar después a Barcelona, donde se montará a partir del 20 de mayo, en el Centro Cultural de la Fundación La Caixa (paseo de San Juan, 108).La Fundación La Caixa ha invertido 300 millones de pesetas para conmemorar el final de siglo con "una mirada hacia el pasado y hacia el futuro", según declaró ayer su director general, Luis Monreal. Como alternativa a los proyectos que conmemoran el centenario de 1898, planteó "un panorama socio-histórico de un país que estaba en una situación paradójica, entre el pesimismo y la esperanza, la tradición y la innovación, el ensimismamiento y la apertura, aspectos vigentes en la España de hoy, de final de siglo".

La exposición responde, según Luis Monreal, al objetivo de enseñar la historia a los jóvenes "con una capacidad de estímulo" y presentar "un periodo trascendental de la historia de España "a través de un montaje innovador que integra la museografía tradicional y la recreación de ambientes, "ecosistemas culturales" con objetos reales y documentos originales, para conseguir que "se sienta la emoción de la época".

El enfoque didáctico y la forma de comunicar a la sociedad las investigaciones de los historiadores es también la preocupación de la comisaria Carmen Iglesias, de la Real Academia de la Historia. La exposición quiere presentar las olas de la historia", como decía Unamuno; "contar la historia de la multitud silenciosa de hombres y mujeres concretos, los españoles de 1898: cómo vivían, vestían o se alimentaban; los valores, las instituciones y los efectos de la guerra en la sociedad".

Carmen Iglesias destaca del montaje la conquista de los espacios públicos, las diferencias entre campo y ciudad y el protagonismo de las mujeres, junto a la continuidad económica y cultural a pesar de la pérdida de las posesiones en ultramar. También aparecen los avances científicos y las mejoras de la sanidad, donde en pocos años la esperanza de vida de los españoles pasa de los 35 años a los 50.

Calidad intelectual

El Ministerio de Educación y Cultura ha colaborado con los 3.000 metros cuadrados de las antiguas salas del MEAC y el préstamo de 155 piezas de los museos estatales. El director general de Bellas Artes, Benigno Pendás, destacó ayer la presencia de la sociedad civil y la calidad intelectual del proyecto. El montaje, diseñado por Macua & García-Ramos, se inicia con un audiovisual sobre España en la época, para seguir por espacios sobre los trabajos de la gente, dónde y cómo vive, compra y vende; la moda, las fiestas y el deporte; los escritores y los artistas; la escuela y los inventos; las creencias religiosas, la vida pública e institucional, la guerra y la paz, hasta llegar a un "Bien venido al siglo XX". Macua declaró ayer que se establece un diálogo fluido entre el espectáculo y el arte: "Walt Disney y el museo".Junto a las obras de arte -hay cuadros de Sorolla, Mir, Nonell, Casas, Bilbao, Regoyos, Rusiñol, Pla, Pradilla, Muñoz Degrain, Anglada Camarasa, Zuloaga, Iturrino, Gutiérrez Solana- hay reconstrucciones de una calle con tranvía una cocina, un despacho burgués, un gabinete científico, una tienda de ultramarinos, un gimnasio y una escuela.

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