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Obras Públicas recorta en un 80% la sanción municipal al promotor de la casa de Barranco

José Manuel Romero

El consejero de Obras Públicas y Urbanismo, Luis Eduardo Cortés, ha rebajado casi un 80% (de 62,7 millones a sólo 12,9) la sanción impuesta en junio de 1992 por el Ayuntamiento de Madrid a Iniciativas de Economía Social, promotora inmobiliaria que dirigía Carlos Sotos. La Gerencia de Urbanismo multó a Sotos por unas obras en Noblejas, 5, un bloque protegido donde había comprado un piso el ex alcalde, Juan Barranco. La Comunidad de Madrid entiende que en el expediente municipal no quedaron probados muchos de los aspectos por los que se fijó la multa.

La resolución se hace pública más de cinco años después de que la consejería de Obras Públicas recibiera la propuesta de sanción de la Gerencia Municipal de Urbanismo. Debido a su cuantía (62,7 millones de pesetas) el órgano competente para aprobarla era la Comunidad y no el Ayuntamiento de Madrid.Obras Públicas ha tardado cinco años en analizar el expediente abierto por el Ayuntamiento antes de firmar la resolución definitiva, que se aleja mucho de la propuesta municipal.

Los hechos estudiados por la Comunidad de Madrid coincidieron con la campaña electoral de 1991.

Un mes antes de aquella cita con las urnas, en la que el PP consiguió por primera vez la mayoría absoluta en el Ayuntamiento de Madrid, un constructor privado, Christian Jiménez, denunció que se estaban haciendo obras ilegales en el bloque de Noblejas, 5, un edificio protegido donde había comprado una vivienda el ex alcalde, Juan Barranco.

Jiménez se había hecho famoso tras irrumpir en un acto del PP gritando que era militante de ese partido y denunciando supuestas irregularidades en el Ayuntamiento. Angel Matanzo, entonces concejal del PP y presidente de la Junta de Distrito Centro, agilizó el expediente por presunta infracción urbanística contra Carlos Sotos, entonces gerente de PSV y propietario de la empresa que hacía las obras de rehabilitación en el inmueble de Noblejas, 5.

Sotos se extrañó de la denuncia y recordó que había comunicado reiteradas veces al Ayuntamiento que el estado ruinoso del edificio había motivado que se cayera parte de la estructura, por lo que su empresa tuvo que hacer obras de apuntalamiento. Pero sus excusas no fueron atendidas y el expediente siguió sutramitación. Los técnicos de la Gerencia Municipal de Urbanismo fijaron una multa de 62,7 millones de pesetas por dos conceptos:

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-13,4 millones por el derribo de la fachada del edificio (el doble de su valor real, según establece la ley).

-49,3 millones por el beneficio que presuntamente consiguió Sotos tras perpetrar la infracción urbanística.

Pues bien, según la consejería de Obras Públicas, el cálculo sobre lo destruido fue erróneo, pues una parte de la fachada quedó intacta. Por. ello, los técnicos regionales reducen la multa por esa infracción a 12,9 millones.

Además, continúa Obras Públicas, no hubo beneficio económico extra para Sotos pues tras la infracción urbanística, el promotor paralizó las obras y repuso lo destruido adecuando los trabajos a la legalidad.

"No ha existido el beneficio que considera el Ayuntamiento( ... ) ni el expediente municipal lo ha probado", concluye la resolución de Obras Públicas.

Antes de la última resolución hubo un auto del Tribunal Supremo que desestimaba la admisión a trámite de la querella que interpuso Christian Jiménez contra Barranco por la compra de la casa de Noblejas, 5, a un precio presuntamente muy inferior al de su valor de mercado y aprovechando unos créditos a muy bajo interés.

Campaña de calumnias

El ex alcalde de Madrid recordó ayer estos hechos: "En aquel momento, muy próximo a las elecciones municipales, sufrí una campaña de calumnias de un constructor que ha acabado en la cárcel y que entonces actuaba como el denunciante oficial del Partido Popular. Todo fue un montaje de injurias y calumnias pilotado desde el PP en plena campaña electoral".Barranco siempre pensó que las irregularidades urbanísticas del bloque de Noblejas, 5 no eran tan graves como el PP las presentaba. "Al final, la verdad se impone porque la mentira tiene un vuelo muy corto. Pero el daño que me hicieron sembrando dudas sobre mi persona es ya irreparable", señala.

"El perjuicio económico que ocasionaron a Carlos Sotos", continúa Barranco, "con aquella denuncia infundada fue enorme. Le hicieron cambiar de sitio un patio de cuatro metros cuadrados y por esa razón montaron el lío".

Al portavoz socialista no le sorprendió: "El PP siempre ha utilizado este tipo de tácticas. A Enrique Tierno Galván le intentaron relacionar con el KGB y le buscaron un chalé que no existía. Es su manera de entender la política: sembrar dudas sobre la honestidad del adversario".

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