Swatch confirma que el Smart volcó en la misma prueba que el Clase A
El presidente de la empresa suiza SMH (fabricante de los relojes Swatch), Nicolas Hayek, confirmó ayer que el pequeño utilitario Smart, que su empresa produce junto con Daimler Benz, volcó en la denominada prueba del alce, la misma en la que falló hace algunas semanas el utilitario Clase A, conocido también como el Mercedes Baby.
Según declaró Hayek a la DPA, el pequeño automóvil urbano "no era controlable en situaciones extremas" como las que se reproducen en la prueba del alce, un test no oficial ni homologado, pero habitual en los países nórdicos y que consiste en evitar obstáculos inesperados en una pista.
Pese al fallo, que supone un grave inconveniente para SMH y Daimler Benz -socios con un 19% y un 81% respectivamente en la compañía fabricante Micro Compact Car (MCC), con sede en Hambach (Francia)- Hayek se mostró convencido de que el Smart podrá ser comercializado en octubre de 1998, seis meses después de la fecha prevista, aunque no descartó que el lanzamiento pueda hacerse en abril. "Para nosotros es más importante evitar accidentes que ahorrar 300 millones de marcos (unos 25.200 millones de pesetas) en corregir el modelo" afirmó.
Los 1.100 trabajadores de la planta de ensamblaje de Hambach han recibido con alivio las declaraciones de los responsables de MCC sobre la ausencia de cualquier plan para recortar plantilla tras el fallo detectado en la construcción del modelo.
Fin de una era
En cualquier caso, según los expertos en el sector del automóvil, lo sucedido con el Smart y el Clase A supone el fin de una era. Aquella en la que los fabricantes comercializaban un modelo y detectaban sus fallos, para corregirlos, después de que los usuarios hubieran descubierto y en algunos casos sufrido las deficiencias de diseño o contrucción.Los especialistas subrayan también la posibilidad de que en los fallos detectados en el Smart y el Clase A haya tenido cierto peso la presión con la que han trabajado los ingenieros de Daimler Benz, obligados a desarrollar completamente un nuevo concepto de coche en lugar de seguir la tradición de una evolución progresiva sobre modelos ya experimentados.
