Una extraña pareja
El primer encuentro entre Stephane Grappelli y el legendario Django Reinhardt se produjo en 1932. Grappelli lo recordaba con toda claridad: "Se me rompió una cuerda y fui a cambiarla detrás del telón. Django estaba allí con su guitarra y nos pusimos a tocar. Nos sorprendimos mutuamente. A partir de entonces aprovechábamos cualquier descanso para tocar juntos. Al dúo inicial se sumó Joseph Reinhardt, y la fórmula de violín, guitarra rítmica y guitarra solista empezó a funcionar". Estaba a punto de nacer el Quintette du hot Club de France.La alianza entre violín y guitarra no era nueva. De hecho, Joe Venuti y Eddie Lang ya la habían explotado con éxito, pero el grupo de Reinhardt y Grappelli revolucionó la escena del jazz hasta el punto de que todavía hoy se considera la mayor y más valiosa aportación europea a esta música.De aquel encuentro entre polos artísticos casi antagónicos nació una música tan formidable como la que se encierra en temas inmortales como Dinah (1934) o Djangology (1935). La aparición de aquellos discos causo una pequeña conmoción y aquel grupo inclasificable que antes nadie quería contratar empezó a cotizarse al alza, A Grappelli, a 60 años vista del fenómeno, todavía le costaba creerlo: "Decidíamos el repertorio en el momento y los arreglos se improvisaban sobre la marcha. Lo único que hacíamos era jazz con aroma de música de cámara".