Muere una francesa al intentar rescatarla de islamistas tayikos
El secuestro el pasado 18 de noviembre de la francesa Karine Mane, que trabajaba en Tayikistán en una organización ligada al Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados, terminó ayer en tragedia cuando fuerzas gubernamentales cercaron la casa de Dushanbé en la que era retenida por un grupo islámico rebelde. Otro francés, Franck Dubry, empleado en el programa de asistencia técnica TACIS de la Unión Europea , y capturado junto a Mane, había sido liberado sin daño la noche anterior. Francia ha ofrecido repatriar a los extranjeros que lo deseen, especialmente los de la UE, en el avión especial que va a enviar para recoger el cadáver de la cooperante.Los hechos no están totalmente claros. Una fuente de las fuerzas de seguridad tayikas aseguró que, cuando se vieron rodeados y sometidos a un ultimátum, los secuestradores irrumpieron en el patio de la casa al grito de "!Alá es grande!" e hicieron estallar una granada, que mató de forma instantánea a cinco de ellos, y causó graves heridas a Mane en el estómago y en una pierna. Murió apenas una hora después. Un portavoz del Ministerio francés de Exteriores aseguró, por su parte, que los sitiados decidieron romper inesperadamente las negociaciones y abrieron fuego contra su rehén.
