Hallados dos cuerpos más, que elevan a 23 los muertos por la riada en Badajoz
Las unidades de rescate localizaron ayer los cadáveres de dos de las cuatro personas desaparecidas tras las intensas lluvias que anegaron el barrio pacense del Cerro de los Reyes la semana pasada. Los cuerpos hallados ayer son los de Félix Sande Jaramillo, de 37 años, casado y vecino de Cerro de los Reyes; y José Méndez Sánchez, de 72 años y esposo de Antonia Herrero Piñeiro, de 70 años y que también desapareció en la riada. La cuarta desaparecida es Ana Duarte, una niña de siete años. A esta lista se ha unido en las últimas horas el nombre de Juan José Vázquez Pizarro, de 45 años, residente también en la barriada pacense que sufrió los estragos del temporal, por lo que continúa la búsqueda de tres personas.El cadáver de Félix Sande Jaramillo, taxista de profesión, fue hallado hacia el mediodía a unos dos kilómetros de Badajoz, en el azud del Guadiana, por los bomberos municipales. Su cuerpo se encontraba en una zona de juncales. El cuerpo de José Méndez Sánchez fue localizado por la tarde, en la zona portuguesa del Guadiana, a unos 10 kilómetros de la capital pacense.
Pocas horas antes se había incrementado la lista de desaparecidos con el nombre de Juan José Vázquez Pizarro, de 45 años, natural de Higuera de Vargas y vecino de la calle de Prudencio Conde, situada también en la barriada de Cerro de los Reyes. La desaparición fue denunciada por su hermana. Los familiares pensaron que Juan José Vázquez podría encontrarse entre los acogidos en la residencia de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, pero al comprobar que su nombre no figuraba en la lista cundió la alarma. Las fuerzas del orden inspeccionaron minuciosamente los restos de su domicilio sin encontrar pistas.
A las tareas de rescate se ha sumado una unidad de caballería de la Policía Nacional. Las aguas del Guadiana bajan lentamente y ello podría facilitar la búsqueda.
Ayudas a fondo perdido
Mientras, en Mérida, el Consejo de Gobierno de la Junta de Extremadura, reunido en sesión extraordinaria, acordaba conceder una ayuda a fondo perdido de un millón de pesetas para aquellos trabajadores autónomos que hayan perdido completamente su negocio a consecuencia de las inundaciones sufridas en la región.Las lluvias caídas en Badajoz y Cáceres el pasado día 6, cuando el temporal azotó con más fuerza la región, fueron ligeramente inferiores a las precipitaciones que se produjeron hace algo más de un año en el Barranco de Arás, en el municipio oscense de Biescas, que se cobraron 87 vidas. Así lo manifestó ayer el investigador del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, José María García Ruiz, que impartió una conferencia en la Universidad de Extremadura.
García señaló que aunque la intensidad de las lluvias fue ligeramente inferior a las precipitaciones de Biescas, en el caso extremeño se produjeron en un espacio de tiempo algo superior, lo que hizo que la catástrofe no tuviese dimensiones aún mayores.
