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Un amor de conveniencia

Actores y televisiones encuentran un filón en las series de éxito

La relación entre los actores y la televisión es la historia de un amor de conveniencia. Los artistas se han salvado del desempleo por medio de la producción masiva de series, comedias y telenovelas. Las cadenas han conseguido atrapar espectadores gracias a los rostros famosos. En cualquier caso, unos y otras viven tal etapa de bonanza que la televisión ha pasado de ser un medio desprestigiado a convertirse en un auténtico filón. Reverdece la carrera de artistas casi olvidados y las figuras ya no desdeñan proyectos para la pequeña pantalla. Les espera una larga vida en común.Imanol Arias es uno de los actores de cine consagrados que no ha podido resistirse a su influjo. Para el protagonista de Querido maestro (Tele 5) junto a Emma Suárez, en televisión " está todo por hacer". "Con la cadenas temáticas los productos destinados a este medio se enriquecerán con nuevos formatos", comenta el actor vasco, quien tiene la intención de colocarse detrás de las' cámaras "en un futuro próximo".

Tito Valverde saltó a la primera fila de las telecomedias con Pepa y Pepe, pese a que TVE quería alguien "más conocido". Ahora triunfa en la serie de Tele 5 Todos los hombres sois iguales -que acaba de ser galardonada con el Premio Ondas-. El actor reconoce que "gracias a la televisión, los actores pueden pagar apartamentos, comer y vivir dignamente. Las cabezas de cartel de las telecomedias consiguen más ingresos que si se dedican al cine", añade. En su caso concreto, afirma que gana lo mismo con una película que con dos capítulos de una serie y subraya que ahora ha podido comprarse una casa, algo "muy difícil" en sus muchos años de trabajo para la pantalla grande.

El actor y director de Kety no para (TVE-1), Millán Salcedo, tiene la sensación de que aún falta mucho para que la situación sea óptima. "Hubo una temporada terrible. Fue cuándo desaparecieron los Estudios 1 y las privadas no estaban en marcha", recuerda. "Las circunstancias han mejorado, pero no hay que echar las campanas al vuelo", dice contundente. Para el humorista, los actores y las distintas cadenas están viviendo un amor de conveniencia. "Sin nosotros no existiría la televisión y viceversa. Te llaman cuando les interesas. Así de simple".

Otros actores han visto reverdecer sus carreras. Paca Gabaldón, la popular Mari Francis de los años setenta, regresó como Maika en el serial El super (Tele 5) después de 11 años alejada del medio. "En este tiempo he hecho mucho teatro. Pero es un trabajo callado, sin repercusión popular. Para un actor da menos alegrías y menos dinero", se lamenta. Para Andrés Resino (Alfonso), el personaje más maligno de El super, "el teatro ni da dinero ni popularidad". Para el actor, la televisión ha supuesto una buena salida, "pero tampoco se nos regala nada. Se trabaja intensamente y a una velocidad de vértigo". Pedro Peña, Manolo, en Médico de familia, opina que participar en teleseries es "una golosina". "Así, muchos compañeros y Yo mismo Podemos vivir, incluso desahogadamente", reconoce este hombre de teatro con 58 años de profesión.

El actor y presentador de Canciones de nuestra vida (Antena 3), Francis Lorenzo, cree que los actores le deben mucho a la televisión. "Lo que ocurre es que está muy desprestigiada. Es un grave error pensar que es un, medio menor". Para Lorenzo, los críticos de tienen la culpa de su mala fama. "A los críticos de cine, teatro, literatura o música les gusta su trabajo. Los de televisión la desprecian". Antes de interpretar al popular tío Julio en Médico de familia, había intervenido en una docena de obras de teatro, 10 teleseries y otras tantas películas, pero reconoce que hasta Médico... era casi un perfecto desconocido. "A veces, hay que tomar decisiones valientes. Lo cómodo habría sido hacer el papel de Julito toda la vida. Y encima me hubiera hecho millonario", bromea.

Luis San Narciso, responsable de la elección de los actores en la productora Globo Media, piensa que los artistas ya no consideran a la televisión como un medio de segunda categoría. "A los castings acuden actores conocidos y desconocidos. Ahora nadie es inalcanzable, ni da miedo llamar a figuras de primera línea como Penélope Cruz o Jordi Mollá. Muchos actores prefieren trabajar en una buena serie que en una mala película", asegura San Narciso.

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