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Un ídolo bajo sospecha

El carisma de 'Schumi' se desvanece tras intentar eliminar a Villeneuve en Jerez

Un total de 100.000 camisetas con la inscripción Michael Schumacher, triple campeón mundial y 2.000 gorras estaban ya preparadas para ser lanzadas al mercado después del Gran Premio de Europa de F1 del pasado domingo en Jerez. Sin embargo, el piloto alemán no sólo perdió el título mundial, sino también su reputación. Lo suyo está siendo un linchamiento, la caída de un ídolo que fue exculpado por las autoridades deportivas, pero que está siendo condenado por los aficionados, la prensa y sus compañeros. Incluso la Federación Internacional de Automovilismo rectificó ayer su postura y publicó un comunicado en el que convoca a Schumacher a una reunión extraordinaria en París tras haber recibido un informe del director del Gran Premio de Europa.Nadie acepta la acción de Schumacher para impedir que Jacques Villeneuve le adelantara en la carrera que decidía el título. Todo el mundo, y en especial la prensa alemana, afirma que fue una agresión y un intento de eliminar a su rival, y levantó ayer su dedo acusador contra Schumi, que tampoco encontró justificaciones para evitar que su carisma se desvanezca de forma implacable.

"Jacques [Villeneuvel no tenía nada que perder", se lamentó Schumacher. "El intentó adelantarme, igual que lo hubiera hecho yo. Cuando se produjo, frené lo más tarde posible, y él también. No creo que haya cometido ninguna falta. Los comisarios también lo han entendido así, al concluir que se había tratado de un accidente de carrera", agregó.

Sin embargo, su defensa no fue compartida por nadie. El propio Jacques Villeneuve, aún en la euforia de las celebraciones en una discoteca cercana a Cádiz, no tuvo reparos en acusar al alemán deintentar eliminarle de la carrera. "Eso fue lo que intentó", se limitó a decir. "Sólo que esta vez le salió al revés". También un hombre habitualmente moderado como Frank Williams dejó volar sus sentimientos por una vez. "Fue una repetición de lo que ocurrió en Adelaida", comentó refiriéndose al accidente que Schumacher tuvo con Damon Hill en la última prueba de 1994, que le abrió el camino de su primer título. "Pero en este mundo, donde las dan las tornan". Las críticas más agrias provinieron del ex campeón mundial Damon Hill. "Dije antes de la carrera que no pensaba que se atreviera a volver a intentar una maniobra como la de Adelaida, porque. su imagen quedaría muy deteriorada. Pero me equivoqué. En eso demuestra ser muy consistente", comentó el británico.

La agresión de Schumacher no gustó a la prensa internacional ni a los aficionados italianos, que esperaban su triunfo para devolver a Ferrari una gloria que se le escapa desde 1979, cuarido Jody Scheckter ganó el último título montado en un bólido rojo. La prensa italiana desveló que casi 13 millones de italianos presenciaron la prueba por televisión, con una audiencia del 66,52%. En ciudades como Maranello (sede de Ferrari) y Roma fueron instaladas pantallas gigantes en algunas zonas, donde se concentraron miles de aficionados. Cuando se produjo el accidente entre el alemán y Villeneuve hubo una gran decepción. Incluso Romano Prodi, presidente del Gobierno italiano, presente: en Maranello, se fue de la plaza en la que vio la carrera y reconoció: "Sí, lo admito, no me ha gustado la acción de, Schumacher".

La prensa alemana estuvo especialmente agria. "Schumi fue el único responsable del accidente", condenó ayer el diario popular Bild, con unos 11 millones de lectores. "Schumacher jugó fuerte y lo perdió todo: el título mundial y su reputación de buen comportamiento. Fue responsable del accidente. Quería eliminar a Villeneuve", explica el diario. El Express de Colonia se pregunta si se trata sólo de una falta "o del final de un mito". Igual de contundente se muestra el Genera,l Anzeiger, de Bonn, que asegura: "La justicia triunfó contra el comportamiento antideportivo de Schumacher". Y el Frankfúrter Allgemeine Zeitung analiza: "El impresionante monumento se resquebraja, porque los fundarnentos no son sanos" *

El italiano Corriere dello Sport titula a ocho columnas: "Y ahora, Schumacher, las disculpas". "El piloto de Ferrari buscó excluir a su rival cuando le adelantaba", agrega. "¡Qué locura, Schumi!", afirma la Gazzetta dello Sport. La Repubblica dice: "Schumacher se quedó fuera de la carrera agrediendo a su adversario".

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