La Habana despide al Che
Una impresionante multitud da el último adiós a los restos del guerrillero en la capital cubana
Los restos del Che Guevara fueron trasladados ayer desde La Habana hasta la provincia de Villa Clara, en el centro de Cuba, en medio de una impresionante movilización popular. Decenas de miles de cubanos se agolpaban ayer a lo largo del conocido Malecón de La Habana para ver pasar el cortejo fúnebre que trasladaba los restos del guerrillero nacido en Argentina hasta Santa Clara, la localidad a 300 kilómetros de la capital donde serán depositados en un mausoleo.De esta manera, La Habana daba por terminados los tres días de honras fúnebres en honor del Che, durante los cuales más de 250.000 personas han pasado por la plaza de la Revolución, donde estuvieron expuestos los restos del mítico guerrillero. Un pequeño ataúd cubierto por la bandera cubana reposaba en el mausoleo José Martí, en la plaza de la Revolución de La. Habana.
Ayer, más de 200.000 personas fueron movilizadas a la carretera en camiones y autobuses para esperar la caravana militar que transportaba los restos del Che, una operación que duró todo el día. Hoy y mañana, el féretro será expuesto en Santa Clara, y el viernes 17 tendrá lugar un funeral solemne, que concluirá con un homenaje general, en el que el país se paralizará y sonarán todas las sirenas de las fábricas de la isla.
Antes de que La Habana dijera su último adiós a Ernesto Guevara, el ministro de las Fuerzas Armadas, Raúl Castro, presidió una ceremonia militar frente al mausoleo José Martí. Tras las notas de una marcha solemne fue entonado el Himno del guerrillero y acto seguido, por la rampa del mausoleo, fue descendido el arcón y se procedió a formar el cortejo fúnebre. Atrás quedaba el estrado vacío, presidido por una gran bandera cubana y la consigna Gloria eterna a los heroes.
La caravana inició entonces una lenta marcha, recorriendo sólo en la ciudad de La Habana 52 kilómetros, lo que da idea de la multitud que se agolpó en las calles, y aunque Cuba se trata de un país acostumbrado a masivas concentraciones y desfiles, resultaba imposible calcular qué porcentaje de la población fue movilizado por las escuelas o centros de trabajo y qué porcentaje había acudido espontáneamente al acto.
El recorrido realizado es el mismo, pero a la inversa, que el realizado por el guerrillero argentino-cubano desde Villa Clara, escenario de la última batalla que libró -y ganó- antes de que los guerrilleros liderados por Fidel Castro entraran triunfantes en La Habana el 1 de enero de 1959, derrocando al entonces presidente Fulgencio Batista.
Los encargados de llevar los restos del Che a su último destino fueron los mismos compañeros de armas con los que combatió en diversas guerras latinoamericanas, muchos de los cuales ostentan ahora el grado de coronel o general. El general de división Ramón Pardo Guerra fue el encargado de escoltar personalmente el ataúd del Che.
El punto culminante de las exequias se vivirá el viernes, cuando el féretro sea depositado en el recientemente construido mausoleo de la plaza Ernesto Che Guevara de Santa Clara.
Los medios oficiales cubanos no han cesado de difundir detalles sobre las exequias y llama especialmente la atención la manera de referirse al guerrillero, como si no hubiera muerto hace 30 años. "Tienen aún mucho que hacer en el mundo estos guerrilleros, mucha injusticia que combatir ( ... ) es por eso que del Che y de sus compañeros siempre se habla en presente", proclamaba ayer la radio local.
