La Seguridad Social recupera 25 millones en la primera subasta de embargos
La primera subasta pública de bienes procedentes de embargos de la Seguridad Social ha sido un fracaso: se subastaron unos 1.000 millones de pesetas en regadíos, viviendas, locales e inmuebles y se cedieron bienes por menos de 25millones. Era el primer ensayo de subasta abierta, confiado a la empresa pública Sociedad Estatal de Gestión Inmobiliaria de Patrimonio (SEGIPSA). No consiguió colocar bienes importantes y tampoco que los subasteros, profesionales se quedasen al margen.
La experiencia piloto se llevó a cabo ayer en Barcelona. Un remate en el que los subasteros se confundían con amas de casa. A pesar de ello, SEGIPSA mantiene su objetivo de subastar 174 inmuebles en toda España, por unos 5.300 millones de pesetas, en los próximos meses. SEGIPSA ofrece incluso Financiación a los compradores, según dijo su presidente, Juan Manuel Betés.El freno para la mayoría de las 200 personas que acudieron a la subasta son las "incertidumbres" que acechan a estos bienes: inquilinos, cargas y servidumbres. Se trata de la enajenación de bienes de un tercero, embargados, por lo que no se dispone de las llaves de la propiedad. Los compradores debían apoyar sus ofertas con un cheque o metálico por el 10% de lo ofertado. Además, existe el compromiso de abonar, en 72 horas, el importe total.
La subasta supone un coste de 3,5 millones de pesetas y ha servido para colocar menos de 25 millones en bienes. El speaker (subastador) no consiguió que los locales del Diari de Barcelona o las instalaciones del matadero Explasa, propiedad del encausado empresario Ramón Fiter, sirvieran para pagar sus deudas con la Seguridad Social. Ambos lotes fueron retirados cuando nadie ofertaba por ellos 36 y 100 millones, respectivamente.
El sistema tuvo éxito para disuadir a los morosos. Tres de ellos se movieron a toda prisa y pagaron previamente para levantar el embargo de sus propiedades. Ése es el mayor avance del nuevo sistema.
El nutrido público fue más ágil con las ofertas de lotes baratos, en los que SEGIPSA no pudo evitar que los profesionales, con fajos de billetes de 10.000 pesetas en el bolsillo, sacasen tajada.
