La revisión de los acuerdos de Concert abre un nuevo frente de incertidumbre para la operadora española
Telefónica asiste a las discusiones del matrimonio BT y MCI con enorme expectación porque su futuro depende, en buena medida, de como se consolide esa alianza.La compañía española abandonó el grupo Unisource (formado por KPN de Holanda, Telia de Suecia y Swiss Telecom, de Suiza) para unirse a los anglosajones y se ha encontrado con dificultades imprevistas en su nueva estrategia de expansión internacional.
Telefónica tiene ahora dos frentes completamente abiertos. Por un lado, ha de resolver su ruptura con Unisource, cuyos socios están enormente enfados por el cambio repentino de Telefónica al bando rival. Por otro, tiene que lograr que sus acuerdos con BT y MCI lleguen a buen puerto y hacer que sus nuevos compañeros de viaje se interesen por ellos. Va a ser difícil lograr que MCI invierta en la nueva Telefónica Panamericana-MCI a tenor del asedio a la que está sometida la compañía estadounidense en su mercado doméstico.
"El acuerdo definitivo entre BT y MCI es positivo para Telefónica, el camino ahora está más despejado, aunque previsiblemente todo el proceso de integración sufrirá un retraso", afirma Alfonso Zuloaga, analista de telecomunicaciones del banco de inversiones británico BZW.
Un portavoz de Telefónica quitó ayer importancia a la revisión de los planes de Concert asegurando que su alianza con BT y MCI "avanza a buen paso" porque sus compromisos son con cada una de estas empresas por separado.
En principio, la polémica salida de Unisource debería quedar resuelta en el mes de septiembre. A Telefónica le interesa, entre otras cosas, porque hasta que se resuelva ese problema, los británicos no quieren saber nada de inversiones conjuntas con Telefónica en Europa. Unisource reclama una indemnización a Telefónica y pretende quedarse con la red de transmisión de datos (valorada en 65.000 millones) que la empresa española aportó a cambio del 25% de Unisource y serviría al grupo europeo para competir junto a Retevisión en el mercado español.
A la espera de que todo lo anunciado se concrete, Telefónica sí ha obtenido algo positivo de sus pactos con BT. Ha conseguido paralizar a un competidor muy poderoso en el mercado doméstico.
