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Medio Ambiente plantea 14 objeciones al diseño de la M-45 previsto por Obras Públicas

La futura M-45, esos 30 kilómetros que enlazarán las carreteras dé Barcelona y Extremadura a medio camino entre la M-40 y la M-5O, no acaba de convencer a la consejería de Medio Ambiente. Sus técnicos han hecho llegar 14 alegaciones a Obras Públicas, el ministerio regional del que depende el proyecto, criticando el impacto de la vía en dos de sus tres tramos. El principal recelo ecológico se refiere a la amenaza sobre una zona de protección de aves en las afueras de San Fernando, de Henares. En la dirección general de Carreteras se sonríen: "Eso es rizar el rizo".

La nueva autovía -o "cuarto y mitad de cinturón", en jocosa definición del propio director general de Carreteras, Francisco Javier Águeda- empezará a construirse a principios de 1998, para lo cual la Comunidad ha reservado cerca de 30.000 millones de pesetas. Pero antes hay que superar el periodo de alegaciones, entre las que destacan las de la consejería de Medio Ambiente, vecina administrativa de Obras Públicas. Los expertos medioambientales ya han emitido su veredicto: al trazado entre San Fernando de Henares (N-II) y la prolongación del Eje O'Donnell le encuentran ocho peros, y al comprendido entre la carretera de Toledo (N-401) y la de Extremadura (N-V), otros seis. El estudio del tramo intermedio aún no está concluido.En las estribaciones de San Fernando (29.700 habitantes), el territorio se resentirá más que en ninguna parte del llamado efecto barrera, según Medio Ambiente. Y eso no es todo: la M-45 se cierne, amenazante, sobre una Zona de Especial Protección de Aves. (ZEPA). "Si hay una ZEPA es por algo", recalcó un técnico de esta consejería. Y precisó: "Claro que puede haber alternativas menos agresivas, pero la inversión, eso sí, habrá de ser mayor".

A Águeda, en cambio, le parece que no hay motivo de mayores preocupaciones. "Esa zona de avutardas a la que se refieren, entre Ajalvir y Mejorada del Campo, es muy extensa", apunta, "pero se queda al norte de la N-II. En consecuencia, la nueva carretera no le afecta en absoluto". Y remachó: "Lo que plantean es rizar el rizo".

Las alegaciones que sí se han aceptado de buena gana son las presentadas por el Ayuntamiento de San Fernando, que pidió un mejor enlace con la N-II (en el proyecto original, estaba previsto a través de una vía de servicio) y que el trazado no afectara a la futura ampliación de su cementerio. El visto bueno regional implica someter de nuevo ese tramo más oriental a los preceptivos dos meses de información pública.

La M-45 supondrá la implantación del sistema de peaje en la sombra: la administración irá pagando, a lo largo de 20 años, las obras a las empresas adjudicatarias en base a un canon por cada automóvil que circule. "El coste del kilómetro por vehículo será muy inferior al del peaje normal, pero no quiero dar pistas a los licitadores", comentó Águeda. Las estimaciones de cara al año 2005 hablan de 104.000 vehículos al día en el tramo entre la N-401 y la N-V y de 64.000 en el que va de la N-401 al Eje O'Donnell.

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