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La reforma de 530 pisos de La Elipa, detenida a la espera de que el municipio renueve el alcantarillado

Primero, renovar el alcantarillado y enterrar los cables que cruzan las fachadas, y después, la reforma de las casas. La rehabilitación de 530 pisos con grietas y humedades en La Elipa (Ciudad Lineal), aprobada en diciembre de 1996, no se ha iniciado aún. Antes, el Ayuntamiento de Madrid debe renovar la red de saneamiento, cuyo estado es una de las causas del deterioro de las casas. El consistorio ya ha iniciado los trámites para sacar a concurso la citada obra del alcantarillado.El arquitecto Ricardo Aroca, asesor de la asociación vecinal La Nueva Elipa, explica que, una vez que se instalen los nuevos tubos, se podrá trabajar en las casas. Antes no lo cree posible: "En 220 pisos hay que recalzar los cimientos y, como el alcantarillado va pegado a ellos, podrían provocarse roturas en la red", añade. "Tampoco se pueden arreglar las fachadas si antes Unión Fenosa no entierra los cables que las cruzan", apostilla.

El concejal de Vivienda, Sigfrido Herráez, asegura que si no se ha empezado a rehabilitar edificios es porque ninguna comunidad de propietarios ha solicitado aún las ayudas. "A veces los vecinos tardan en animarse", añade. Herráez reconoce que la Empresa Municipal de la Vivienda (EMV) no ha abierto aún una oficina para informar al barrio de la operación. "Todavía no hemos encontrado local", afirma.

Para la portavoz vecinal Isabel Dorado, el argumento de la falta de local es "una excusa. La oficina la prometieron para febrero". La asociación propone que todos los propietarios contraten la obra con la misma empresa para abaratar costes. En otras rehabilitaciones, cada comunidad recurre a una compañía distinta.

La reforma prevé ayudas públicas para reparar 530 pisos, de los 1.072 de la zona, en las calles de Pablo Lafargue, María Teresa Sáez de Heredia y José Luis Arrese, con opción a ampliaciones. El Ministerio de Fomento aporta 244 millones, 122 la Comunidad y 40 el Ayuntamiento (además del nuevo alcantarillado). Las obras durarán dos años.

Las subvenciones pueden llegar al 60% del coste. El resto lo deben aportar los dueños de estas casas, construidas en los años cincuenta por el Ministerio de la Vivienda y vendidas a sus habitantes en 1979. Por ellas pagaron una entrada de 20.000 pesetas y rentas mensuales de 100 a 600 pesetas durante 15 años.

Según un estudio geotécnico reciente, hay dos bloques (70 pisos) en peor estado en los que podría salir más cara la rehabilitación que el derribo y la reconstrucción. "Si se tiran será por una cuestión económica, no porque ofrezcan riesgos inmediatos, ya que, de ser así, los hubiéramos apuntalado", concluye Aroca.

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