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AUTOMOVILISMO

Villeneuve arrebata el triunfo a Hill en la última vuelta

El canadiense Jacques Villeneuve se adjudicó ayer la victoria en Hungaroring, en el Gran Premio de Hungría, en una carrera completamente dominada por el británico Damon Hill, al volante de un Arrows-Yamaha. Villeneuve, que tenía un retraso de más de 30 segundos sobre Hill a dos vueltas del final, tuvo la fortuna de que el coche del británico sufriera un problema hidráulico en el cambio y pudo adelantarle en la última vuelta. El británico Johnny Herbert fue tercero.Michael Shumacher tuvo un accidente en los entrenamientos previos a la carrera y acabó por entrar en la línea de meta en cuarta posición. Su segundo vehículo le pasó factura: se vio obligado a repostar tres veces y a cambiar los neumáticos. El piloto alemán continúa líder del Mundial, pero ha visto cómo su ventaja sobre Villeneuve quedaba reducida de 10 a 3 puntos. El calendario del Mundial, sin embargo, está de su parte: los circuitos de los dos próximos grandes premios, en Bélgica e Italia, son favorables a su Ferrari.

Villenuve se llevó la gloria, pero la de ayer, sin duda, fue la carrera de Hill. Será difícil que el británico tenga otra oportunidad tan clara de conceder el triunfo a la escudería Arrows, fundada hace 19 años, y a los neumáticos japoneses Bridgestone, en su primer año en la fórmula 1. El británico, que ya había sorprendido en la sesión de clasificación, se quedó a las puertas de culminar el milagro que suponía lograr la victoria con un coche que hasta ahora sólo le había permitido sumar un punto en el Mundial (sexto en Gran Bretaña) y con el que ya ha perdido la cuenta de sus abandonos por avería mecánica, incluida su espectacular renuncia en la primera vuelta en el Gran Premio de Australia.

Pero en Hungría fue distinto. La prueba era suya. El actual campeón del mundo logró arrebatar el mando de la carrera a Schumacher en un impresionante adelantamiento al final de la recta de meta. Todo el mundo esperaba que el coche de Hill acabara por romperse, pero no fue así. El británico fue acumulando ventaja: a tres vueltas del final contaba con 34 segundos de ventaja y tenía más cerca que nunca su primera victoria de esta temporada. Hill empezó entonces a reducir ostensiblemente su velocidad. Primero pareció que intentaba amarrar el triunfo sin asumir riesgos innecesarios, pero en realidad había sufrido un bloqueo en la caja de cambios. Villeneuve, segundo, no perdonó. Primero enjugó 10 segundos en la vuelta 75, 20 en la 76 y acabó por adelantar a Hill cuando faltaban poco menos de tres kilómetros para alcanzar la línea de meta. Al final, Villeneuve acabó por sacar al británico nueve segundos de ventaja.

Fue un triunfo caído del cielo. Villeneuve, que había realizado una mala salida que le relegó del segundo al quinto puesto, acabó por aprovechar las averías de los automóviles que le precedían para repetir su victoria del año pasado, cuando también compartió el podio con Hill.

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