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Cuatro gobiernos autónomos se plantean el cobro de los rescates

La tragedia sufrida en el Mont Blanc por los cuatro alpinistas españoles que fallecieron el pasado fin de semana y cuyos cuerpos llegarán hoy a Madrid, ha reabierto el debate sobre los límites del alpinismo y sobre el progresivo aumento del número de rescates que se tienen que efectuar en la montaña. Un informe de la revista técnica Desnivel revela que entre el 1 de enero de 1995 y el 30 de septiembre de 1996, en España fallecieron 206 personas en la montaña y se realizaron 1.910 intervenciones de salvamento. Cuatro gobiernos autónomos se plantean cobrar a los rescatados el precio del salvamento.

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El alarmante aumento de las tragedias que se producen en alta montaña ha llevado a los gobiernos autónomos de Cataluña, el País Vasco, Navarra y Asturias a plantearse el cobro del coste de los rescates a los accidentados que no estén federados ni dispongan de un seguro para estos casos.El mayor número de personas fallecidas o lesionadas se registró en la práctica del montañismo. Muchos casos se debieron a las imprudencias cometidas por practicantes sin licencia federativa. El número de alpinistas federados fallecidos entre 1995 y 1996 se eleva a 13, según datos de la Mutualidad General Deportiva (MGD), el organismo encargado de efectuar este tipo de estadísticas. En los últimos cinco años, la MGD ha tramitado 44 expedientes de montañeros fallecidos en posesión de la licencia federativa. En 1996, las federaciones de montaña expidieron 58.425 licencias.

También se ha detectado un considerable aumento de las lesiones durante la práctica del barranquismo y de otras actividades de riesgo. Por regiones de procedencia de los accidentados, las más afectadas son las pirenaicas: la catalana, la vasca, la navarra y la aragonesa, además de la asturiana, donde se encuentran los Picos de Europa. Las estadísticas también indican que la mayoría de los accidentes mortales se registran durante el periodo estival, con la invasión masiva del turismo de montaña.

Actualmente los salvamentos en alta montaña son gratuitos. Un rescate puede llegar a costar a la Administración más de un millón y medio de pesetas. El coste total depende de la dificultad y de las horas que se invierten en el salvamento.

Las administraciones catalana, vasca, navarra y asturiana estudian fórmulas para que el accidentado asuma el coste del rescate. La Generalitat ha iniciado una campaña de prevención con la que pretende concienciar e informar de los riesgos de las actividades de montaña. La campaña costará una 60 millones de pesetas. El Gobierno del País Vasco ha programado 100 cursos de iniciación a la montaña y una campaña de prevención dirigida a las escuelas, con un presupuesto de 10 millones.

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