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El hombre del gas natural y de los pactos con Pujol

Andreu Missé

Pere Duran Farell, 76 años, nacido en Caldes de Montbui (Barcelona), ingeniero, es el industrial que probablemente más ha influido en la modernización de la economía catalana de los últimos 30 años. Conocido como el hombre del gas en España, ha jugado un papel estratégico en la difusión de nuevas fuentes de energía -el gas natural y la energía nuclear- que han constituido los cimientos y el andamiaje del reciente desarrollo industrial.Pero esta capacidad para impulsar nuevos proyectos -arriesgados y a veces impopulares- habría sido imposible sin unas especiales cualidades políticas y un tenaz pragmatismo. Pere Duran es el empresario que en 1968 negoció con las clandestinas y perseguidas CC OO para aplicar una dura reconversión en La Maquinista y que dos años después, en 1970, invitó al general Franco a la inauguración de la planta de Gas Natural en Barcelona.

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Su sentido del poder y de las relaciones políticas ha trascendido el ámbito catalán y de la empresa. En 1993 fue el anfitrión que acercó a Jordi Pujol y Felipe González, con el que compartió la afición a los bonsais. El encuentro cristalizó en un pacto de Gobierno. En 1996 su domicilio también fue el escenario para aproximar a Pujol y al presidente del Gobierno, José María Aznar.

Su trayectoria industrial ha pasado principalmente por tres grandes empresas, Hidroeléctrica de Cataluña, la citada Maquinista y Catalana de Gas. Desde Hidroeléctrica de Cataluña, constituida en 1946, impulsó la construción de la primera planta nuclear en Cataluña (Vandellòs l), que contó con participación y tecnología de Electricité de France.

Las cuantiosas inversiones y la revalorización del dólar hicieron insoportable el endeudamiento y Duran tuvo que ceder. En 1984 colocó la empresa a Hidroeléctrica Española con un déficit de 200.000 millones de pesetas, en una operación que sólo se explica por su habilidad como negociador y por las ansias de José María de Oriol y Urquijo, presidente de la empresa compradora y hombre fuerte de las eléctricas privadas.

Sin embargo, ha sido en el gas el sector en el que Duran Farell ha dejado una mayor impronta, a pesar de los reiterados obstáculos de las distintas Administraciones de turno. Su primer proyecto de traer gas a España y a Alemania fue derribado por el Gobierno de Franco en 1960. Entonces se trataba de traer gas natural desde Argelia a Cartagena para después enlazar con Barcelona, París y Essen.

El segundo intento fue en 1965, aceptando las condiciones del Gobierno. Duran logró un acuerdo para obtener gas licuado en Libia que se traladaba a Barcelona, donde era regasificado. Pero la tranquilidad duró poco y Catalana de Gas hubo de vender sus instalaciones y contratos de suministros a la empresa estatal Enagas en 1975. La situación no volvió a restablecerse hasta 1992, tras una serie de operaciones industriales y financieras que culminaron con una nueva reordenación del sector.

Repsol se haría con. el 45% de Gas Natural y La Caixa con el 25%, aunque la entidad de ahorro era a su vez uno de los grandes accionistas de Repsol. La ordenación significaba también la vuelta a la presidencia de Gas Natural de Duran, hasta que ayer anunció su abandono.

Gas Natural es una de las empresas españolas más saneadas, con importantes intereses en el extranjero, especialmente en Latinoamérica, donde ya tiene dos millones de abonados en Argentina, México y Colombia.

Duran, un europeísta convencido desde los años sesenta, ha mostrado una especial preocupación por los países del norte de África. En su opinión, el futuro de Europa depende especialmente del grado de bienestar que se logre en el Magreb.

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