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NUEVA CAíDA DE LOS TIPOS DE INTERÉS.

El precio del dinero baja al 5,25%

El Gobierno se suma a la presión para que el recorte repercuta en los créditos

Gobierno, sindicatos y patronales pidieron ayer a las entidades financieras que trasladen a todos sus clientes, no sólo a los preferenciales, el recorte del precio oficial del dinero, que marcó nuevos mínimos históricos tras el recorte del 0,25% decidido ayer por el Banco de España en la subasta de certificados de depósito.El tipo oficial español se sitúa así en el 5,25%, después de registrar cuatro reducciones en el año que han supuesto una caída de un punto respecto al 6,25% de principios de enero.

El Banco de España tomó la decisión que esperaba la mayoría de los analistas y recortó un cuartillo el precio del dinero. El margen del banco emisor era de al menos 0,5 puntos, después de saber que la inflación había bajado en tasa interanual del 2,2% en marzo al 1,7% en abril. El gobernador, Luis Ángel Rojo, ha preferido mantener sus criterios de prudencia y esperar la reunión de la Reserva Federal de Estados Unidos el próximo martes, en la que no se descarta una subida de tipos de interés para prevenir posibles tensiones inflacionistas.

Por primera vez, España tiene su tipo rector por debajo del norteamericano, que la Reserva Federal elevó al 5,50% el pasado 25 de marzo. En 1991, mientras los federal funds estaban en el 7%, en España el tipo de regulación se situaba en el 13%; tres años más tarde, el tipo americano bajó al 3%, mientras que el español descendió al 7,75%.

El Ministerio de Economía valoró ayer muy positivamente la decisión de la autoridad monetaria y recordó que "las condiciones de financiación más favorables tienen su reflejo en una menor carga por intereses de la deuda pública". Economía, al mismo tiempo, manifestó que "el Gobierno confía en que se produzca una rápida repercusión a la baja de los tipos de interés que aplican las entidades de crédito en los préstamos a todos sus clientes".

Impacto positivo

En esa mismo idea abundaron patronales y sindicatos. La CEOE señaló que "hay que esperar que la traslación de esta rebaja en los créditos de bancos y cajas a consumidores e inversores se manifieste en un nuevo impacto positivo sobre la actividad y el empleo". UGT subrayó que la medida debe afectar "no sólo a los clientes preferenciales, que obtienen esa condición debido exclusivamente a que poseen una mayor capacidad de pago".CC OO, por su parte, solicitó que el nuevo recorte se aplique en términos reales y dijo que "es el momento para que actúen los empresarios y las entidades financieras". La asociación de Consumidores y Vecinos, por su parte, hizo un llamamiento a los ciudadanos para que exijan a las entidades financieras la reducción del tipo de interés de las hipotecas hasta el 6,75%.

Ayer, la práctica totalidad de las grandes entidades financieras trasladaron la rebaja del precio oficial a su tipo preferencial. Sólo hubo dos excepciones: el Bilbao Vizcaya, que lo bajó hace unos días, y La Caixa. Fuentes del banco vasco no descartaron nuevas rebajas en su preferencial en los próximos días.

Sin embargo, tan sólo el Santander y el Central Hispano trasladaron la rebaja de los tipos de interés a los créditos al consumo e hipotecarios. El grupo que preside José María Amusátegui no sólo rebajó, en el caso de los préstamos hipotecarios variables, el tipo del primer año, sino que también redujo la referencia que sirve para renovarlos.

Los mercados, por su parte, acogieron con tranquilidad la decisión del banco emisor, ya que el recorte estaba descontado y sólo se discutía sobre su cuantía. A este respecto, Arturo Gil, vicepresidente de la CEOE ' afirmó que 11 el Banco de España hace bien en ser prudente, porque puede haber todavía circunstancias que, a lo largo del año, nos pueden hacer estar muy pendientes de la inflación".

UGT, por el contrarío, considera que, aunque la decisión del recorte es acertada, "existía margen suficiente para realizar un descenso mayor". Confebask, la patronal vasca, indicó que la rebaja tendrá "un beneficioso efecto" en el dinamismo de la actividad económica y el consumo ' aunque considera que se ha "quedado corta" y aseguró que existe margen para una reducción "más significativa" que estreche la diferencia con Europa.

La Bolsa bajó un 0,52%, a causa de realizaciones de beneficios, mientras que, con 160.728 millones de pesetas, marcaba el volumen de negocio más alto del año, impulsado por las operaciones de cierre de los contratos de futuro.

El rendimiento del bono de referencia a 10 años retrocedió seis centésimas, hasta el 6,56%, aunque el diferencial con el bono alemán marcó el mínimo histórico de 0,79 puntos, cuatro décimas por debajo de la sesión anterior. La peseta, por su parte, ganó 81 céntimos frente al dólar (143,266) y 11 céntimos frente al marco (84,299).

Nuevos recortes

Lo más probable es que el banco emisor no vuelva a plantearse un nuevo recorte hasta la publicación -el 13 de junio- de la evolución de la inflación en mayo. A partir de ese momento, y contando con la alta posibilidad de que los precios se sitúen en el 1,5% en tasa interanual, Rojo podría reducir otro 0,25% el tipo oficial, quizás en la subasta del día 16 del próximo mes.De esa forma, el diferencial con los tipos de referencia alemanes se reduciría a dos puntos en términos nominales (5% frente al 3% alemán) y se mantendría en 3,5 puntos reales (descontada la inflación del 1,5%), todavía 1,5 puntos por encima de los reales aplicados en Alemania.

A finales de año, los tipos oficiales españoles podrían situarse en la banda 4,50%-4%, contando con que los precios se comporten a partir de junio en la misma línea que han seguido en los cuatro primeros meses del año. Si en los últimos siete meses del ejercicio repiten los pasos que dieron el año anterior, cuando entraron en una clara trayectoria bajista, con una tasa anual del 1,1% de junio a diciembre, el IPC podría finalizar este año en torno al 1,6%-1,4%.

Sería necesario, para alcanzar ese escenario, el mantenimiento de la moderación salarial, que el precio de los servicios continúe bajando -todavía se están encontrando serias resistencias a la reducción de precios en ese sector- y, paralelamente, que la peseta no se enfrente a tensiones cambiarias que puedan poner en peligro la estabilidad monetaria.

A este respecto, las próximas elecciones francesas, cuyo resultado puede originar nuevas dudas en torno a la unión económica y monetaria, es un dato que los analistas no olvidan.

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