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La bala de Trinidad

Boldon, el atleta más joven que baja de 9.90 segundos en 100

Ato Jabari Boldon, de Trinidad, venía anunciando desde 1994, e incluso antes, que iba a ser la gran amenaza de los velocistas de Estados Unidos, país donde vive hace ya nueve años. Y lo ha cumplido con 23 al hacer 9.89 segundos el domingo en la reunión de Modesto (California). Se convirtió así en el sexto mejor sprinter de todos los tiempos y que logra bajar de 9.90.Boldon lo hizo con viento favorable dé 0,8 metros por segundo, aunque muy por debajo de lo permitido (2). Y se dejó ir en los últimos metros, con lo que empeoró la marca. Su gran futuro es que nadie con su edad ha corrido tan rápido.

Cuatro años de ventaja

El canadiense Donovan Bailey (9.84, actual récord mundial en la final olímpica de Atlanta, 1996), los norteamericanos Burrell (9.85, en la reunión de Lausana, 1994), y Carl Lewis (9.86, en la final de los Mundiales de Tokio, 199 l), el namibio Frankie Fredericks (9.86, también en la reunión de Lausana, 1996) y el británico Linford Christie (9.87, en la final de los Mundiales de Stuttgart, 1993), lo hicieron todos a partir de los 27 años, cuatro más que Boldon. Éste, de padre de Trinidad y madre de Jamaica, es el gran sucesor de su alto compatriota -1,90 metros- Hasely Crawford, campeón olímpico en Montreal 76.

Hace tres años el joven y no tan alto Ato-, 1,76 metros, pero potente, 75 kilos, se acercó a la barrera de los 10 segundos, 10.07. Sin embargo sólo era uno más de la larga serie de aspirantes al récord mundial de Lewis y que le quitó ese mismo verano Burrell en la carrera de su vida. Christie, más ganador de títulos que de récords, había tenido antes, con sus 9.87, la segunda mejor marca. En Atlanta, Bailey barrió con todo. Ese mismo día, pese a una salida. falsa y a la tensión por la descalificación de Christie, el pequeño Boldon, hizo los 50 primeros metros más rápidos y con 9.90 sólo fue superado por Bailey, 9.84, y por Fredericks, 9.89, que semanas después, en la mágica pista de Lausana, bajaba hasta 9.86. Su progresión era evidente. En 1995, con el primer bronce en los Mundiales de Gotemburgo, ya rebajó su tiempo hasta 10.03. En 200 también ganó el bronce olímpico con su mejor marca, 19.80 -tras los 20.08 de 1995 y los 20.53 de 1994-

Ato -brillante en yoruba, el dialecto africano-caribeño-era una joya anunciada. Su segundo nombre, Jabari -líder- es también sintomático. Antes de Atlanta había corrido en 9.93 y en 9.92. Ahora, más relajado, con el único gran objetivo del Mundial de Atenas, ha estallado en su debú al aire libre, tras su lesión en los 200 de los Mundiales bajo techo. Es la mayor amenaza al récord mundial. Dice que puede bajar de 9.80 y en ello está.

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