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Tufillo liberal

Michael J. Fox es una versión reducida de Miguel Angel Rodríguez. No tanto por el tamaño, que también podría serlo, sino por el poder que ejerce en Spin City: Loca alcaldía (Tele 5, jueves a las 21.35). El actor, de rostro y aspecto eternamente juvenil, da vida al asesor y experto en comunicación del alcalde de Nueva York (aunque no se diga explícitamente), un tipo de aspecto afable e ideología infumable en cuya cabeza dos neuronas se dedican a producir eco.La serie, apadrinada por la factoría del ínclito Steven Spielberg, resulta del todo decepcionante. Ni los personajes ni los diálogos destacan por su originalidad, por mucho que las risas enlatadas pretendan guiar al espectador hacia una sonrisa o carcajada. que nunca llegan.

Spin city: Loca alcaldía destila ese tufillo liberallight de la era Clinton, donde todos sufren la paranoia de lo políticamente correcto. Así, el primer capítulo presentaba una serie de excusas -todas ellas metidas con calzador- para contentar a dos minorías destacadas, los homosexuales y los judíos. Sin embargo, tanto los gags como los guiños carecen de la menor gracia, incluso caen en el topicazo descaradamente homófobo (las plumas de Michael J. Fox en busca de un gay en su equipo son,- más que una falta de tacto, una mamarrachada).

Por si fuera poco, que a estas alturas del siglo XX se plantee como conflicto trascendental el hecho de que un soltero de metro y medio se vea obligado a comprometerse seriamente con una morena guapetona y simpática roza la tomadura de pelo.

Las referencias a la política local nos quedan, además, lejanas geográfica y socio lógicamente. Que Nueva Jersey sea un estercolero no creo que le quite el sueño a un murciano. ¿O sí?

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