El mundo de los padres y abuelos
A sus 22 años, Liberto Rabal, que ahora está rodando a las órdenes de Pedro Almodóvar Carne trémula, parece llevar con resignación el que de momento se le siga mirando como el nieto guapo del actor Paco Rabal y la escritora Carmen Laforet. Asegura que no tiene ninguna intención,de convertirse, como viene siendo presentado últimamente en un, sex-symbol. "No creo que ninguno de tos personajes que he hecho vaya en este estilo", afirma. "Más que ser un objeto, lo importante es ser una persona".Había realizado otros papeles en el cine, pero éste ha sido su primero como protagonista. "Lo que me ha interesado de Tranvía a la Malvarrosa ha sido sumergirme en el mundo de mis padres, mis tíos, mis abuelos, con sus ideas sobre la pureza y el pecado, y poder interpretar este despertar de los sentidos" señala Rabal.
En la presentación del filme, Rabal bromeó sobre las recomendaciones sentimentales que le da su abuelo -"que guarde mis energías y no vaya con mujeres"- y reconoció que el principal consejo profesional que éste le ha dado ha sido el de "'ser compañero de los compañeros". Y añade: "En un rodaje, todo el mundo tiene un trabajo que hacer y lo importante es que hagas el tuyo y seas solidario con los demás".
Con el escritor Manuel Vicent, cuya memoria en cierta manera recrea, afirma que no ha hablado extensamente, pero le vio en el rodaje y recuerda que, ante las protestas del director, le aconsejó que en las escenas finales de la película "fuera muy hombre" porque así se había sentido el escritor en aquel momento cuando tenía la novia francesa.
"A Liberto lo conocía desde niño porque es amigo de mi hijo, y lo veía extrovertido, ligón y hablador"', recordó el director García Sánchez, que reconoció que al principio no acababa de identificar a Rabal con el joven ingenuo y callado que requería el personaje. "Después vi que era eI más actor de lo que yo pensaba y finalmente ha satisfecho nuestras expectativas".
