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El fiel escudero gris

, Es un hombre de cocina, un técnico de perfil plano sin ningún atisbo de brillantez, pero efectivo y fiel. Ejecuta con exactitud las directrices de la política que defiende. Ha formado parte del aparato del PP desde 1981, aunque su nombre apenas ha sonado públicamente hasta las últimas elecciones. José Manuel Fernández Norniella, secretario de Estado de Comercio, Turismo y Pyraes, reconoce que es un fiel escudero del actual vicepresidente del Gobierno, Rodrigo Rato, al que conoció en 1979 cuando el partido se llamaba Alianza Popular. Entonces recibió de Manuel Fraga el encargo de compartir con Rato la tarea de escribir el libro Soluciones para un década, que puede ser considerado como el embrión de la actual doctrina económica del Gobierno. Es el comienzo de una gran amistad. Aznar era entonces un perfecto desconocido.Nacido en Oviedo hace 51 años, reside en Madrid desde los dos años a donde es trasladado su padre, ingeniero técnico industrial de Unión Española de Explosivos. Tiene la misma titulación académica que su padre y comienza a trabajar en el sector de máquina herramienta. Alfa Labal, Gumersindo García, Blasckton, y Brown Boveri, son los capítulos de su trayectoria laboral, hasta que en 1993 acepta la proposición del PP de aspirar a diputado. Hasta entonces había vivido la política a tiempo parcial.

Habla maravillas de Rato, al que considera una persona "de una capacidad de análisis fuera de lo común". No es para menos. Fernández Norniella ha pasado del diseño de máquinas herramienta al diseño de campañas electorales. Dirigió desde la barrera las últimas campañas electorales del PP, en 1989, 1993 y 1996, con buenos resultados. En su propio partido se cuenta que sus archivos estaban repletos de jugosos datos de políticos y militantes. Asegura que su capacidad de organizar y controlar la logística la aprendió de su "amplia trayectoria en empresas complejas y con problemas de reestructuración". Considera la política como un "trabajo efímero, pero no por ello menos noble que otros". Dice que en política ha conseguido hacer amigos incluso en grupos distintos al suyo. Sin embargo, esos amigos opinan de forma diversa. Un sector del PP considera que su único activo es ser amigo personal de Rato. Políticos de la oposición le consideran poco más que un secretario personal de Rato y con un curriculum pobre para estar al frente del comercio y el turismo, dos de los grandes pilares de la economía. "No se le recuerda ni una sola actuación pública medianamente destacable en los 12 años que ha pertenecido a la comisión de Economía del PP", dice una analista político cercano a su grupo.

Sin embargo, en el PP y en la oposición se reconoce que su escasa preparación académica la suple con una encomiable voluntad, un tesón granítico y alargando la jornada laboral de forma sistemática, sin perder la compostura ni el buen trato con sus colaboradores. En Comercio se le acusa de forma oficiosa de tener cierta ojeriza hacia los técnicos comerciales del Estado, un cuerpo ilustrado de técnicos de la Administración que ha controlado tradicionalmente ese departamento. "Es falso y cada día les admiro más", recalca este político, amante de la informática, admirador de Cristóbal Colón y de costumbres fijas hasta el punto de desayunar a diario desde hace 20 años en la misma cafetería cercana a su casa en el madrileño barrio de Salamanca. Fiel cumplidor de la estrategia del PP, levantó con rapidez las alfombras cuando llegó a Comercio. El pasado 31 de julio organizó su primer rifirrafe al acusar al anterior presidente de Paradores Nacionales, Eduardo Moreno, de "irregularidades en la gestión". Cuando salen a la luz sus palabras trata de recoger velas y reconducir los efectos tras enfrentarse con Eduardo Moreno. El capítulo se zanja dos meses después: el anterior equipo no ha pagado el impuesto sobre el valor añadido (IVA) por unos 600 millones), de la ampliación de capital que hizo la empresa en 1995, por vía de devolución de activos por parte del Estado, hecho inédito en el sector público sobre el que no hay jurisprudencia. Tributos exige ahora el pago.

Cerrado este frente, de forma casi automática se mete en otro charco, esta vez con la inestimable colaboración del director general de Turismo, Carlos Díaz, que procede de la Federación Española de Hoteles, con intereses contrapuestos a Paradores. En rueda de prensa Carlos Díaz facilitó una lista de 20 Paradores de los 85 de la red que "no tienen viabilidad". La reacción de alcaldes, comunidades autónomas y trabajadores es furibunda. Unos días después el plan de cierres se convierte en "ampliar la red con tres nuevos centros".

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