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Fraga considera el castigo a Lendoiro "una gravísima exageración"

Xosé Hermida

Augusto César Lendoiro, presidente del Deportivo, halló ayer un cierto consuelo, tras ser inhabilitado por la FIFA hasta agosto de 1998, en las múltiples muestras de adhesión recibidas desde toda Galicia. A la cabeza del coro de desagravio a Lendoiro se puso su compañero de partido y presidente de la Xunta de Galicia, Manuel Fraga, quien calificó de "gravísima exageración" el castigo del organismo futbolístico internacional. También sus dos grandes adversarios deportivos, Celta y Compostela, se colocaron incondicionalmente al lado del club coruñés.

, Fraga, interpelado por los periodistas al término de la reunión semanal de su consejo de Gobierno, reveló que a primera hora de la mañana ya se había apresurado en enviar a Lendoiro un telegrama de "plena adhesión". "Espero que este asunto, que por lo demás es apelable, tenga una solución más objetiva y más justa", sentenció el presidente gallego. Otro miembro del Gobierno autónomo, su secretario general de deportes Eduardo Lamas, arremetió contra la Federación Española de Fútbol (FEF) porque a su juicio "ha perjudicado los intereses del Deportivo".La actitud de la FEF en este caso ha levantado una verdadera ola de indignación en los ambientes futbolísticos gallegos. Los representantes de las peñas deportivistas reclaman la dimisión del presidente federativo, Ángel María Villar, mientras el dirigente del Compostela, José María Caneda, apuntaba: "Es lamentable que todo el fútbol español estuviese deseando que sancionaran a Lendoiro".

Las vísperas del gran choque de rivalidad que enfrentará el próximo domingo en Riazor a Deportivo y Celta, tampoco fueron obstáculo para que el presidente del club vigués, Horacio Gómez, se solidarizase con su colega. Y recordó que los miembros de los consejos de administración de las sociedades anónimas deportivas están obligados a avalar sus presupuestos, por lo que considera "injusto" que un organismo como la FIFA pueda tomar la decisión de inhabilitarles.

Lendoiro, que ayer por la mañana regresó a La Coruña y multiplicó su presencia en los medios de comunicación, esgrimió un argumento similar. "Esto es absurdo", declaró, "porque sólo los accionistas de los clubes pueden elegir a sus consejeros". Lendoiro admitió que ya preveía un castigo, pero no tan "exagerado". "Gracias a Dios no nos han condenado a muerte", ironizó. Por supuesto, tampoco se olvidó de la FEF, a la que acusó de "preocuparse sólo por los clubes grandes, porque eso le permite montar ciertas cosas". Lo que menos parece inquietar en el Deportivo es el modo en que se cubrirá la vacante simbólica que dejará Lendoiro (en la práctica éste podrá seguir dirigiendo al club, como ocurrió en otros casos de sanciones similares). Todos los miembros del consejo de administración son absolutamente fieles al presidente y llevan años trabajando a su sombra.

La opinión de la calle en La Coruña es más diversa. A parte de la afición parece preocuparle más la crisis deportiva del equipo, agravada tras su eliminación de la Copa del Rey. Ayer mismo, volvieron a aparecer nuevas pintadas en el estadio con la leyenda: "Toshack, vete ya. Arsenio, vuelve".

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Sobre la firma

Xosé Hermida
Es corresponsal parlamentario de EL PAÍS. Anteriormente ejerció como redactor jefe de España y delegado en Brasil y Galicia. Ha pasado también por las secciones de Deportes, Reportajes y El País Semanal. Sus primeros trabajos fueron en el diario El Correo Gallego y en la emisora Radio Galega.

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