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Chechenia elige hoy al hombre que debe conducirla a la independencia de Rusia

Pilar Bonet

Chechenia, la república caucásica dispuesta a defender su libertad ante Rusia a cualquier precio, elige hoy en las urnas al presidente que debe gestionar la posguerra. Tres son los candidatos reales entre los 12 que han quedado tras la retirada de cuatro de los pretendientes: el ex jefe del Estado Mayor Aslán Masjádov, el actual presidente en funciones Zelimján Yandarbíev y el jefe guerrillero Shamil Basáiev. Todos ellos pertenecieron al círculo de máximos allegados del fallecido líder Dzhojar Dudáiev, y a lo largo de 22 meses de guerra han demostrado que no temen a la muerte.

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El vencedor en los comicios, que podría necesitar de una segunda vuelta dentro de 15 días de no conseguir el 50% de los votos emitidos, deberá abordar la construcción de un Estado con una economía arruinada y defenderlo políticamente ante el Kremlin.Junto a los tres favoritos está MavIadi Udúgov, de 34 años, el viceprimer ministro responsable de política informativa, que concurre con una plataforma titulada Orden Islámico y cuya importancia reside en el apoyo que dé a uno u otro candidato en una posible segunda vuelta.

Masjádov, de 45 años; Yandarbíev, de 44, y Basáiev, de 32, representan caminos distintos para el futuro de Chechenia y su relación con el mundo exterior, especialmente Rusia.

El ex jefe de Estado Mayor y Yandarbíev están marcados por su experiencia soviética, comenzando por su mismo nacimiento, ya que ambos vieron la luz en la república de Kazajstán, uno de los destinos de los chechenos que fueron masivamente deportados por Stalin en 1944.

Masjádov estudió en la academia de artillería Kalinin y llegó a ser coronel en el Ejército Rojo. Estuvo en el extremo oriente soviético, en Hungría, y tuvo un puesto de mando en la guarnición de Vilna (Lituania). Allí estaba en enero de 1991, cuando se produjeron los sangrientos enfrentamientos entre manifestantes y tropas junto a la torre de la televisión local. Atrapado en el Báltico por la desintegración de la URSS, se licenció del Ejército en 1992 y se marchó a Chechenia a apoyar al general Dudáiev.

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La trayectoria de Yandarbíev discurrió en otros ambientes. Tipógrafo de profesión, hizo carrera como escritor y llegó a ser miembro de la Unión de Escritores de la URSS. Entre 1987 y 1989, cuando asistía a unos cursos literarios en Moscú, trabó amistad con intelectuales del Báltico y de Ucrania y se situó en las corrientes nacionalistas, que abocaron en proyectos independentistas a principios de los noventa.

El hospital de Budiónnovsk

Basáiev pertenece a una generación más joven. Nacido en el sur de Chechenia, nunca acabó sus estudios en un instituto agrícola, pero se hizo famoso por dirigir el batallón checheno que defendió a los secesionistas de Abjazia frente a Georgia en 1991. Desde la perspectiva de la lucha independentista chechena, la hora estelar le llegó en junio de 1995, cuando se atrincheró con más de mil rehenes en el hospital de la ciudad rusa de Budiónnovsk. En Chechenia se omite deliberadamente cualquier mención de las víctimas civiles (entre ellas mujeres y niños) de aquella chapucera operación. Lo único que quieren recordar los allegados de Basáiev es que Budiónnovsk cambió el curso de la guerra y que el jefe del Gobierno ruso Víctor Chernomirdin se vio obligado a capitular.Basáiev tiene muchos partidarios entre los jóvenes, que constituyen una proporción importante de la población de la república y que están autorizados a votar a partir de los 17 años. El guerrillero hace hincapié en la estabilidad y, a los ojos de la gente sencilla de zonas rurales, aparece como un paladín de la justicia social. Si Basáiev fuera elegido presidente, el Kremlin tendría un serio problema para tratar con este hombre, al que ve como un terrorista "no amnistiable" y contra el cual expidió una orden de búsqueda y captura vía Interpol. Su triunfo, sin embargo, parece poco probable, por lo menos en una primera vuelta.

Una encuesta publicada por el diario La Voz de la República de Chechenia indica que Masjádov es el favorito, con una intención de voto del 67,1%, seguido de Basáiev con el 13,6%, y de Yandarbíev con el 11, 1 %. Masjádov, un hombre de pocas palabras, argumenta que él es el más indicado para organizar a los numerosos comandantes armados que han surgido de la guerra, por sus relaciones personales y por el conocimiento de su psicología, y asegura también que él es capaz de unir a todos los chechenos, independientemente de sus diferencias y rencillas regionales. "En todas partes me consideran uno de ellos", dice.

Todos los candidatos han mencionado al islam de una forma u otra en su programa, y todos ellos han utilizado la imagen de Dudáiev. Según coinciden en afirmar diversos chechenos, los candidatos de letras (Yandarbíev y Udúgov, ambos bígamos), parecen tomarse más en serio el islam que los de armas (Masjádov y Basáiev). Por otra parte, los tres favoritos tienen sus propias fuentes de financiación, que no divulgan, y sus propios destacamentos armados.

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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