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La ONCE negocia la compra de Dumez Copisa a Lyonnaise des Eaux

La Organización Nacional de Ciegos de España (ONCE) quiere ser más activa en el sector de la construcción, en el que ya está presente con la sociedad CGS. En ese sentido la Corporación Empresarial ONCE (Ceosa) mantiene avanzadas negociaciones con la empresa francesa Lyonnaise des Eaux para comprar la mayoría del capital de la constructora catalana Dumez Copisa, según confirmaron las fuentes consultadas.

Hace algo más de un año, en el mes de diciembre de 1995, Lyonnaise des Eaux anunció un acuerdo de colaboración con la constructora de la ONCE, CGS, que implicaba la continuidad de Lyonnaise des Eaux como accionista de referencia. Además, este acuerdo supondría la creación de un holding, resultado de la fusión de las dos empresas.Fuentes de ambas partes han reconocido que este proyecto ha quedado abandonado y que las negociaciones se centran única y exclusivamente en la venta del paquete mayoritario de la empresa.

El intento de repliegue de Lyonnaise des Eaux del capital de Dumez Copisa forma parte de la estrategia del grupo francés de desprenderse de las participaciones en empresas del sector de la construcción no francesas, según las fuentes consultadas. Se trata, en suma, de desandar la política de cuantiosas inversiones en la construcción internacional desplegada por Lyonnaise des Eaux durante los años ochenta, para concentrarse en el mercado nacional y en la diversificación de sus negocios tradicionales.

Dumez Copisa es una constructora que durante 1996 facturó más de 22.000 millones de pesetas, a pesar de lo cual no obtuvo beneficios. Durante los dos años anteriores, la empresa acumuló unas pérdidas globales de 1.450 millones de pesetas (1.000 millones en 1.994 y 450 millones en 1995).

Estos números rojos, a los que deben añadirse los del ejercicio recién terminado, y que fuentes de la empresa han considerado como "simbólicos", todavía no han sido compensados en los balances de la sociedad constructora.

Pérdidas continuadas

De hecho, no es la primera vez que el socio francés debe asumir las pérdidas de su participada española. En 1993, Dumez Francia redujo a cero el capital de Dumez Copisa, para enjugar pérdidas acumuladas de 1.700 millones de pesetas, y amplió el capital en otros 4.000 millones de pesetas. En total, esta operación -junto a otras inversiones- supuso una a otras inversiones inyección de 7.000 millones de pesetas que no sirvió para cortar la sangría de pérdidas.Las negociaciones de venta de la mayoría del capital de la constructora Dumez Copisa podrían "cerrarse en el plazo de unas semanas", según han reconocido fuentes de Dumez Copisa, aunque otras fuentes han matizado ese optimismo y han apuntado la posibilidad de que las negociaciones no concluyan de manera positiva.

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