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Consejeros del Sevilla pretenden desbancar a De Caldas de la presidencia antes de fin de año

La crisis institucional del Sevilla, toca fondo. Con el equipo en los puestos de descenso -cuatro victorias en 17 jornadas- y tras la humillante derrota del domingo frente al eterno rival, en el club de Nervión se avecina un fin de año quirúrgico. Varios de los consejeros preparan para el viernes un consejo que acabe con la presidencia de José María González de Caldas, el dirigen te que más dinero ha gastado en la historia del club (3.400 millones). Francisco Escobar, un vicepresidente descabalgado por De Caldas de la presidencia en febrero, se mantiene al frente del consejo.

Escobar aseguró ayer que no cree conveniente la "inmediata " salida del presidente José María González de Caldas y descartó que aspirara a ocupar de nuevo el cargo. "Cambiar al presidente no soluciona nada lo único que sí debe hacer es delegar algunas de sus funciones, para que las decisiones del consejo de administración sean colegiadas", afirmó Escobar, máximo accionista del club aún con 225 millones de pesetas.Por experiencia propia sé que el cambio de presidente en medio de la crisis poco contribuye a mejorar las cosas. A mí me cambiaron en febrero y no pasó nada", apostilló Escobar, quien sin embargo tuvo palabras críticas para quien le desbancó de la presidencia del Club la pasada temporada. "Se han cometido muchos errores", aseguro.

Escobar puso ayer el dedo en la yaga al explicar la profunda crisis administrativa que vive el equipo: "No sólo es producto de los errores de González de Caldas sino de la desunión del consejo. "Hay muchos intereses en el consejo. Muchos de sus miembros quieren ser presidentes, cada uno busca beneficiar únicamente sus intereses personales y eso tiene al consejo roto". "Para superar esta situación", según Escobar "es necesario dejar a un lado las luchas internas".Ausencias en el palco

Escobar también criticó la ausencia de González de Caldas en el palco en el partido que su equipo perdió frente al Betis (0-3 y que se convirtió en la quinta derrota consecutiva del Sevilla. Un hecho que no se producía desde la década de los años 30, periodo al que se remonta la única derrota tan contundente como la del domingo (0-3, 3 de febrero de 1935).

"Le dije que era muy importante que estuviera en Sevilla pero él prefirió quedarse en Madrid", explicó ayer Escobar quien comentó la ausencia de otro vicepresidente, Eduardo Romero, de quien dijo: Me extraño mucho de que no fuera".

Lo cierto es que estas ausencias parecen tener un sólo significado, el golpe de estado que se prepara para el próximo consejo de administración -aplazado la pasada semana en dos ocasiones- y que se pretende se celebre el viernes 27. Así al menos lo adelantó ayer Escobar tras conversar con González de Caldas: "Todaviá no nos hemos puesto de acuerdo pero tengo la seguridad que la reunión se realizará antes de que termine este año, en concreto creo que será el viernes. Es necesario hacerlo porque las cosas no están como para irnos de vacaciones".

Lo que parece claro es que a De Caldas se le pedirán explicaciones por el ridículo hecho en la contratación de Prosinecki y para que, aclare la reclamación del Flamengo, que también denunció que el Sevilla le pagó con talones sin fondos. Y, sobre todo, por su ausencia del palco el pasado domingo. Todo ello puede abocar en que, si Escobar no lo evita con su paquete de acciones, Eduardo Romero o Rafael Carrión acaben el ano como presidentes del club.

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