Tres magistrados de la Audiencia Nacional en la diana de la organización terrorista
La documentación incautada al comando Madrid la semana pasada en un piso de la capital de España evidencia que los jueces de la Audiencia Nacional son uno de los objetivos prioritarios de la banda terrorista ETA.El titular del juzgado número 5 es el tercer magistrado del citado órgano jurisdiccional que la banda ha colocado en su punto de mira este año, tras los atentados fallidos contra José Antonio Jiménez Alfaro y Carlos Dívar. El primero perdió varios dedos de una mano tras estallarle un paquete-bomba enviado a la Audiencia Nacional el 12 de junio.
La banda intentó asesinar al juez Dívar el mes pasado. Uno de sus escoltas abortó el atentado al percatarse de la presencia de tres sospechosos en los alrededores de la vivienda del magistrado. Los activistas, que eran tres, huyeron al ser descubiertos, no sin antes esgrimir un arma. La policía sospecha que uno de los terroristas era Jon Bienzobas, el etarra al que se atribuye el asesinato del ex presidente del Tribunal Constitucional Francisco Tomás y Valiente en su despacho de la Universidad Autónoma de Madrid.
La fotografía de Garzón hallada entre la documentación incautada al comando Madrid ha sido utilizada, con una diana superpuesta para dejar clara su condición de objetivo terrorista, en varios actos electorales de Herri Batasuna y, en concreto, junto a la de políticos y periodistas, en un mitin en San Sebastián tres días después de que el juez encarcelase al dirigente de la coalición independentista Jon Idígoras como responsable de la exhibición de un vídeo de ETA.
El retrato de Garzón con el siniestro fotomontaje se ha repetido en las paredes del casco viejo de San Sebastián, en ocasiones acompañado por una fotografía similar de su ex compañero en la Audiencia Nacional Carlos Bueren.
Desde 1978 ETA ha asesinado a cinco miembros del Poder Judicial, entre ellos la fiscal Carmen Tagle, y ha perpetrado otros cinco asesinatos frustrados, como los realizados contra el presidente de la Audiencia Nacional en 1990, Fernando Mateo Lage, o contra el fiscal Eduardo Fungairiño.
