"De las derrotas también se aprende"
Luis Enrique, 26 años. Titular indiscutible en el Barça de Bobby Robson. Su fichaje, propuesto por Cruyff, gustó muy poco a la afición azulgrana que le consideraba un símbolo del madridismo. Pero su garra y sus goles han borrado las suspicacias. Pese a la derrota en Bilbao, ve el futuro con optimismo: "Podemos aspirar a ganarlo todo", dice en esta entrevista. Llegó de Bilbao cabizbajo, pensativo. Caras largas. Solo, con su inseparable gorra, con una bolsa de mano, se prestó a actualizar esta entrevista, realizada en el Camp Nou, antes de partir a Bilbao. No esperaba perder.Pregunta. ¿Cómo analiza esta primera derrota?
Respuesta. Bueno, entrecomillas, normal. Estábamos ilusionados con mantener la imbatibilidad. Pero esto tarde o temprano tenía que suceder. De las derrotas también se aprende. El Athletic provocó en todo momento jugadas a balón parado, supo presionar. Y es un resultado que ha llegado en este momento y hay que aceptarla. El liderato ha dejado de depender de nosotros. Hasta ahora habíamos superado las situaciones adversas y remontar partidos.
P. De todas formas, el juego de San Mamés no difirió en mucho al de otros días...
R. Bueno, el campo no estaba demasiado bien. El césped solo permitía balones largos. Ellos han estado más acertados y han tenido más suerte.
P. La derrota llega justo después de que equipo plantara cara a Robson por no defenderlo en el asunto de las primas...
R. No hay ninguna polémica con ese asunto. Lo primero en que pensamos los jugadores es en ganar los partidos y en ser campeones. Luego lo demás ya se arreglará porque a todos nos interesa que así sea.
P. La derrota no empaña, sin embargo, que a usted las cosas le vayan a la perfección. Ha conseguido en poco tiempo dejar de ser un símbolo del madridismo a un jugador admirado y muy respetado por su nueva afición. ¿Cómo lo ha hecho?
Respuesta. Bueno, yo ya noté desde que llegué un recibimiento muy bueno pese a que mi pasado no era agradable para los aficionados tanto por la gente, como por mis compañeros... Desde el primer momento se me han abierto las puertas y me he encontrado cada vez mejor. A eso hay que añadir que juego casi todos los partidos y que a nivel personal las cosas me van bien.
P. Parece el menos sorprendido...
R. Hombre, cuando uno lleva ya unos años jugando al máximo nivel... El que tiene que confiar en uno es uno mismo.
P. Pero todo le sale redondo. Juega siempre, mete goles...
R. Si, sólo falté en Gijón por sanción. Lo de los goles si que es una sorpresa. En los cinco años del Madrid metí cuatro, dos, cuatro, dos y dos. Y este llevo ya seis. Ahora actúo de lateral, pero tengo opciones a subir más y supongo que tengo más suerte. Como el que metí al Atlético [sonríe porque reconoció que no chutó para marcar].
P. Ha arrebatado el puesto a Ferrer, un jugador casi intocable y fijo en el Dream Team...
R. No lo veo así. Nadie tiene un puesto seguro. También está ahí Celades. El fútbol está muy competitivo... Aquí hay 24 jugadores, hay que defender la camiseta y hay que ganarse el puesto. Robson elige. Ellos no son rivales míos. Son compañeros de un mismo equipo.
P. ¿Cómo ve usted a su equipo? Tiene algo de contradictorio: Muy defensivo, pero es el que más tantos suma de Europa.
R. Hace años decían que el equipo que ostentaba ese récord era el equipo de Leo Benhaker y defendía con cinco hombres. O sea... Lo mismo ocurre con la selección de Clemente. Si fuéramos tan defensivos no llevaríamos tantos goles (43) ni encajaríamos tantos (17). Puede que las goleadas sean espectaculares pero yo me quedo con los puntos.
P. Muchos fichajes, muchos jugadores extranjeros, los canteranos promocionados por Cruyff no entran en los planes de Robson. ¿Es un vestuario complicado?
R. No hay clanes de portugueses ni nada por el estilo. Siempre lo destaco con mis amigos de Gijón: que el vestuario está muy bien. Y lo de los jóvenes, es consecuencia de la Ley Bosman. No solo perjudica a los canteranos del Barça. Es común en todo el fútbol español. Hay que aceptar la Ley.
P. ¿Que cree que puede hacer este equipo?
R. Yo soy muy optimista. Lo era antes de llegar y ahora lo soy muchísimo más. Creo que podemos aspirar a ganarlo todo.
P. ¿Y al Madrid?
R. No los he visto. Si, un día por la tele que estábamos concentrados. También está el Depor, el Atlético. Un rival más...
P. Pero está arriba...
R. Ya, pero es la línea que seguí desde que me fui y no cambiaré. No lo enjuiciaré.
P. A usted le fichó Cruyff...
R. ¡No! Me fichó el Barça. En este caso el vicepresidente.
P. ¿Y que tal con Robson?
R. La relación normal entre entrenador y jugador.
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