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El yudo sigue su camino de oro

El presidente es reelegido con el 100% de los votos y los júniors ganan otros cuatro títulos europeos

Otro fin de semana de ensueño para el yudo español. Su presidente, Alejandro Blanco, artífice de su pacificación y de sus éxitos, fue reelegido con el 100% de los votos mientras los impresionantes júniors ganaban en los Europeos de Montecarlo otras cuatro medallas de oro y el primer puesto por equipos. Los recientes campeones del mundo David Alarza (-86 kilos) y Kenyi Uematsu (-60) repitieron título, y los subcampeones Kiyoshi Uematsu (-65) y Aythami Ruano (+ 95) subieron esta vez a lo más alto del podio. Sydney 2000 sigue siendo una gran esperanza.Blanco, de 46 años, licenciado en químicas, pero con vocación por el yudo, se presentó como único candidato, con 73 de los 79 avales posibles y de los 69 votos emitidos logró 68, porque el restante fue nulo. Estuvieron presentes en la votación 32 de los 33 clubes con derecho a sufragio, 15 de los 17 judokas, cuatro de los cinco árbitros y cuatro de los cinco entrenadores. De los 19 presidentes de federaciones territoriales sólo faltaron cuatro, aunque incluso uno de los dos opositores relativos, de la Valenciana, le envió a Blanco una nota en la que se disculpaba por su ausencia, pero se ponía a su disposición.

Blanco, de 46 años, fue elegido por primera vez presidente en febrero de 1993 tras un proceso muy complicado en el que la vieja guardia, especialmente encabezada por el presidente de la Federación Andaluza, Alvaro Pastoriza, se resistía al cambio. Pero la limpieza parece haber sido eficaz y con frutos en un deporte lleno de conflictos durante años. El resto ha sido un trabajo bien planificado. Por eso los éxitos en Atlanta han continuado y los júniors aseguran el futuro.

El apellido de moda

El apellido Blanco está de moda. Rafael, médico, también fue reelegido presidente de la Federación de Natación como único candidato. Pero el caso es bien distinto. Más bien parece haber sido reelegido presidente del waterpolo, el deporte que salvó la mediocre actuación de la natación española en Atlanta con su medalla de oro. Rafael Blanco también ha pacificado su deporte que hasta hace sólo unos años estaba en los tribunales con los duelos Landa-Moner, entre otros. Ha sido un logro que no haya más candidatos para seguir la guerra, pero tiene una dura tarea por delante. Nada menos que volver a ganar medallas de gestación puramente local y no desde Estados Unidos por el loable patriotismo del padre de los López Zubero. Porque la retirada de Martín deja el panorama como un solar en un deporte donde los buenos resultados en categoría júnior se pierden después de forma absoluta. Y cabe recordar que hasta Alfredo Flórez, actual presidente del Comité de Competición de Fútbol, un mandatario entre provisional e invisible, pudo presumir de la medalla de bronce en Seúl 88 de Sergi López. Blanco, con 88 de los 97 avales posibles, sumó 85 votos de los 88 emitidos el sábado, pero tres fueron en blanco.

También tres votos en blanco, de 50, tuvo en su reelección Manuel Núñez el día 10 en el tenis de mesa. Pero es otro ejemplo ficticio. El del conformismo en un deporte sin nivel que incluso salió del programa ADO.

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