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El inoportuno viaje de Laurent Davenas

El Gobierno francés rastrea el Himalaya en busca de un fiscal afín para frenar una investigación sobre la alcaldía de Paris

Enric González

Cuando se trata de frenar las investigaciones judiciales que le perjudican, el Gobierno francés está dispuesto a todo. Incluso a escalar la cordillera del Himalaya. Eso es, más o menos, lo que tuvo que hacer un funcionario de la Embajada en Katmandú para localizar a un fiscal de vacaciones, el único que podía detener los procesamientos decididos por su ayudante aprovechando su ausencia. El fiscal alpinista no fue localizado a tiempo y Xavière Tiberi, la polémica esposa del alcalde de París, será pronto procesada por malversación. de fondos públicos.El asunto es especialmente grave para el poder gaullista porque la alcaldesa ha lanzado una amenaza: si ella cae, lo contará todo sobre la financiación oculta del partido de Jacques Chirac. Lo de la alcaldía de París tendría ribetes de guiñol si. no entrañara un enorme riesgo político para el presidente de la República, Jacques Chirac (ex alcalde), el primer ministro, Alain Juppé (ex adjunto al alcalde), y el ministro de Justicia, Jacques Toubon (también ex adjunto).

Las regalías inmobiliarias distribuidas por el actual alcalde, Jean Tiberi, a los miembros de su familia; el sueldo pagado durante meses por Air France a Dominique Tiberi, el hijo, sin que éste trabajara en la compañía, y el bochornoso informe redactado por la alcaldesa para un consejo regional gaullista y cobrado a precio de oro, se han, incorporado ya al acervo del humor popular francés. Lo del informe de Xavière Tiberi sobre la "cooperación descentralizada" se convirtió en un peligro potencial hace un mes.

La obra de la alcaldesa fue publicada por la prensa y todo el mundo pudo constatar que, de aquellos 36 folios, lo único pasable eran los párrafos plagiados. El resto, faltas de ortografía incluidas, era indigno de un estudiante de, bachillerato. Incomprensiblemente, el Consejo General del Esonne había pagado 200.000 francos (cinco millones de pesetas) por ese texto.

Maniobras gubernamentales

El Gobierno tomó una primera medida: retiró el asunto al molesto juez Eric Halphen, inasequible a las presiones políticas, y lo remitió a la Fiscalía de Évry, mucho más dócil. Aún así, el caso se complicó con el descubrimiento de un auténtico manual de la corrupción, con las cuantías de los sobornos adecuados para cada caso, en una oficina del citado Consejo General. El fiscal jefe, Laurent Davenas, optó por la única vía a su alcance: la lentitud. Davenas anunció que al menos hasta enero no habría decisiones. Pero Davenas decidió tomarse unas vacaciones para escalar el Island Peak, en la cordillera del Himalaya.Antes de partir, el 26 de octubre, Davenas traspasó todos los poderes a su ayudante y le dio carta blanca ante varios colegas. El fiscal jefe sabía perfectamente que el fiscal ayudante, Hubert Dujardin, era partidario de acelerar las actuaciones. ¿Quiso dar un empujón al caso y a la vez lavarse las manos? Podría ser.

El caso es que, con Davenas en el Himalaya, Dujardin anunció, al Ministerio de Justicia la apertura de una información judicial. Los ministros de Justicia, Jacques Toubon, y de Interior, Jean-Louis Debré, preocupados por el cariz de los hechos se movilizaron inmediatamente.

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¿Qué hacer? Ordenar a la policía que obstruyera la acción del fiscal resultaba poco oportuno, ya que. el jefe de la Policía Judicial acababa de ser inhabilitado por el Tribunal de Casación, precisamente por tratar de impedir un registro en casa del alcalde Tiberi. Se les ocurrió que lo único posible era localizar al fiscal jefe y trasladarlo urgentemente a París. Dicho y hecho: el 2 de noviembre, un helicóptero de Nepali Airways, alquilado por 3.000 dolares (cerca de 390.000 pesetas), con un funcionario de la Embajada francesa a bordo, despegó de Katmandú para sobrevolar durante tres horas el Himalaya. El fiscal no apareció. Se le dejaron mensajes urgentes por todas partes, y finalmente uno le llegó a Davenas. Éste temió una desgracia familiar, pero cuando supo que el mensaje procedía "del ministerio" dio por seguro que se trataba de una broma de sus compañeros. Y siguió con sus vacaciones. El fiscal jefe se reincorporó a su puesto ayer, cuando el procesamiento estaba ya en marcha.

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