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EL CAMINO HACIA EL EURO.

Xavier Vidal-Folch

La Comisión Europea dio ayer un soplo de aire a la práctica totalidad de los países miembros al admitir que todos, salvo Grecia y los que decidan autoexcluirse (posiblemente el Reino Unido y Suecia), podrán estar en la moneda única a partir de 1999. Incluso Italia y el propio Reino Unido que, según las previsiones incumplirán los criterios de déficit a finales de 1997, podrán encontrar la vía para alcanzar el euro. Esta benévola interpretación de la Comisión no coincide con la del Instituto Monetario Europeo (IME), que sostiene que la consolidación fiscal va muy lenta y que se debe ser estricto en los criterios de convergencia. Los mercados siguieron ayer cotizando al alza.

La Comisión Europea reparte un aprobado general para acceder al euro, salvo a Grecia

XAVIER VIDAL-FOLCH Todos los países de la UE, salvo Grecia y los que se autoexcluyan (probablemente el Reino Unido y Suecia), pueden estar en condiciones de acceder a la unión monetaria desde su inicio en 1999, si se cumplen las previsiones económicas para 1997 publicadas ayer por la Comisión Europea. A Italia, que incumple según las cifras, se le da una salida para que las reconduzca. Este escenario optimista obedece a la gran flexibilidad mostrada por Bruselas con los Gobiernos. España no sólo cumplirá el tope de déficit (3% del PIB) fijado en Maastricht, sino que tiene también "una gran oportunidad" de cumplir con el de inflación.

Las Previsiones económicas de otoño presentadas por el comisario de Asuntos Monetarios, Yves-Thibault de Silguy, resultan de un ejercicio muy político de flexibilidad y optimismo, que dibuja "un conjunto positivo". Se basan en que la economía de los Quince crecerá en 1997 al 2,3% (frente al 1,6% en 1996) y en que los actuales presupuestos se ejecuten plenamente. Optimismo y flexibilidad se aplican a todos los requisitos de Maastricht:

Déficit. El "esfuerzo medio" para reducirlo entre 1996 y 1998 ha sido de dos puntos y seguirá. Se aceptan las polémicas operaciones de France Telecom y algunas de Italia. En casos de duda (Alemania), Bruselas asume los criterios de los Gobiernos.

Deuda. Se minimiza el tope del 60%, escudándose en que Alemania lo desbordará. "Sólo tres países" (Francia, Luxemburgo y Reino Unido) cumplirán matemáticamente el tope del 60% del PIB. "Otros ocho llevan ya una tendencia descendente desde 1996 -nueve en 1997, con España-" y sólo Alemania, Austria y Finlandia aumentarán su deuda.

Tipos de cambio estables. Ya hay 11 países en el SME, cuyas bandas anchas del 15% en la práctica se han estrechado "entre el 6% y el 3%". Quedarían fuera Grecia, Suecia, Reino Unido e Italia, pero ésta entrará este año para cumplir, con Austria y Finlandia, los dos años preceptivos en el SME.

Inflación. Catorce países -todos, salvo Grecia (6,9%)-, incluida España, podrían cumplir. La profecía se basa en que la referencia de los tres mejores empeorará en 1997 (del 1,1% de agosto pasado al 1,56% en 1997). Es la predicción "menos científica".

España, colocada en déficit peor que Portugal pero mejor que Italia, se beneficia de ese vaticinio de inflación. Según el cuadro, cumplirá. ¿Por qué? Gracias a Finlandia -cuyos precios crecerán siete décimas por el aumento del petróleo-, que junto a Dinamarca y Francia será uno de los tres mejores en inflación: una media del 1,56%, que sumada al 1,5% previsto en Maastricht para establecer el techo de referencia, lo sitúa en el 3,06%, superior al 2,9% español. Según el texto, España tiene, junto a otros 13, "una gran oportunidad de cumplir". Según la realidad, en 1997 cambiará el sistema de cálculo, al adoptarse un IPC armonizado, que incluye los impuestos especiales sobre el tabaco, alquileres y gastos de salud. La Comisión estima en su Informe sobre la convergencia que eso supondrá dos décimas de aumento. España estará muy cerca del techo, pero no debe relajarse.

Para Alemania, el problema es el déficit. Se calcula que con un crecimiento de sólo el 2,2%, se situará en el 2,9% del PIB, mientras que los seis grandes institutos prevén que un crecimiento superior será incapaz de reducirlo por debajo del 3%, y se situará en el 3,5%. "Damos más crédito al esfuerzo del consolidación presupuestaria" del Gobierno que a los institutos, justificó De Silguy. Y a Francia se le valida la imputación de cerca de un billón de pesetas del fondo de pensiones de France Telecom para reducir el déficit. El debate de esta partida "es ridículo, es una operación estrictamente técnica", que excluye "contabilidades artísticas", trató de defender De Silguy. Hay en estudio otras polémicas operaciones reductoras de déficit "de carácter único" de otros 10 países.

Italia incumple el déficit: alcanza el 3,3%. Pero el comisario se mostró dispuesto a rebajar esas tres décimas cuando Roma presente unos decretos-ley prometidos que incluyen diversas "operaciones de tesorería", a la francesa.

Otra cifra engañosa es el 3,5% del déficit del Reino Unido. Ocurre que Londres no ha presentado sus datos y que Bruselas ha traspuesto sin más el año fiscal británico (1 de abril a 31 de marzo) al año civil continental (diciembre a diciembre): de hacerse las correcciones oportunas, el déficit se minoraría entre cinco y siete décimas. Luego, cumpliría. Pero, junto a Suecia, puede autoexcluirse.

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