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Engordar para vender

Los Gobiernos fortalecen sus empresas telefónicas antes de privatizarlas

La privatización parcial o total de las empresas de telecomunicaciones europeas se acelerará en los próximos meses, coincidiendo con la recta final de proceso de convergencia para acceder a la moneda común. El calendario es muy apretado. La primera en salir al mercado, el próximo 18 de noviembre, será Deutsche Telekom. Dos meses después, entre el 15 de enero y el 15 de febrero, se prevé que lo haga Telefónica (véase EL PAÍS del 11 de octubre). Por esas fechas podría hacerlo también la compañía estatal italiana STET. Y ya en la segunda quincena de abril, le tocará el turno a France Telecom.Antes de la privatización del 21% que le resta al Estado español en Telefónica, el Gobierno quiere engordar la compañía. Para ello, Telefónica de España comprará la parte (24%) que Patrimonio del Estado controla en la filial Telefónica Internacional por un valor estimado por el propio Gobierno en unos 150.000 millones de pesetas.

Con esta operación, diseñada por los directivos de Telefónica y aprobada por el vicepresidente y ministro de Economía, Rodrigo Rato, el Gobierno persigue un doble objetivo. Primero, hacer más atractiva la colocación de las acciones de Telefónica en bolsa -por la que esperan ingresar 450.000 millones de pesetas-.En segundo lugar, la venta de la filial Telefónica Internacional a Telefónica permitirá ingresar en las arcas del Estado una buena cantidad de dinero sin gran repercusión en el equilibrio financiero de la matriz, cuya capacidad de generación de recursos es de unos 600.000 millones de pesetas anuales.

Telefónica ya ha elegido a la banca Rothschild como asesor para el proceso de privatización y ha contactado con varios bancos de inversiones españoles y extranjeros para que ejecuten la venta de acciones. El próximo viernes, con toda probabilidad, el Consejo de Ministros dará luz verde a la puesta en marcha del proceso.

En la última oferta pública de venta de acciones Estado en Telefónica, ejecutada en octubre del año pasado, actuó como coordinador global de la operación la entidad estadounidense Merrill Lynch.

Los bancos de inversiones que optan a ejecutar la venta también han sugerido ya a Telefónica la conveniencia de colocar una parte importante de las acciones del Estado en el tramo minorista, entre particulares, habida cuenta que los inversores institucionales van a estar muy atentos a las privatizaciones en Europa.

'Maquillaje' de cuentas

La más inmediata, la de Deutsche Telekom, es la mayor jamás realizada en Alemania. El Estado prevé ingresar hasta 15.000 millones de marcos (1,26 billones de pesetas) con la venta de 500 millones de acciones. Tras la oferta pública de venta de acciones (OPV), la participación del Estado pasará del 100% actual al 80%. El precio de venta de los nuevos. títulos oscilar á entre los 25 y 30 marcos (2.102 y 2.523 pesetas), aunque su valor final será decidido la víspera de su salida a bolsa por los bancos de inversiones coordinadores de la emisión .Deutsche Bank, Dresdner Bank y Goldman Sachs. La facturación de la compañía en 1995 ascendió a 66. 100 millones de marcos.El Gobierno francés también persigue colocar en Bolsa el 20% de France Telecom. Según los cálculos del equipo económico de Alain Juppé, la venta de este paquete podría reportar unos ingresos de 20.000 millones de francos. (alrededor de un billón de pesetas), informa . Para poder hacer la operación, el Gobierno cambiará, antes de enero de 1997, el estatuto de la compañía: dejará de ser un monopolio público cuyos empleados son funcionarios para convertirse en sociedad anónima.

Pero esta modificación le saldrá cara a la empresa. France Telecom debe pagar al Estado, antes del cierre del ejercicio de 1996, 37.000 millones de francos para que éste financie las futuras pensiones de los trabajadores de la empresa que aceptan dejar de ser funcionarios a cambio de que. se mantenga su sistema de jubilación. El Gobierno, mientras, contará como ingreso el pago que le hace France Telecom, lo que le ayuda a cuadrar sus cuentas para reducir el déficit público al 3% del PIB fijado en el Tratado de Maastricht. El coste para la empresa de esta operación de maquillaje, sin embargo, será un aumento de su deuda para sufragar el pago al Estado, lo que puede restarle atractivo en su salida a bolsa.

El caso del Reino Unido puede servir de guía para muchos de estos países. British Telecom (BT) fue privatizada en 1984 al tiempo que surgía Mercury, su mayor competidor, como entidad también privada, informa Isabel Ferrer. Desde 1991 la cifra de operadores ha aumentado hasta sumar ahora cerca de 160. La liberalización del mercado faculta a cualquier compañía para solicitar una licencia. Las emisoras locales de televisión por cable, por ejemplo, roban, a BT unos 70.000 clientes al mes a base de ofrecer un doble servicio telefónico y audiovisual.

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