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VUELTA 96

"No podemos enterrar un mito"

Sabino Padilla, el médico-preparador del ciclista, analiza las claves del abandono de la Vuelta

Carlos Arribas

Sabino Padilla, el médico-preparador de Miguel Induráin,, analiza las causas y las consecuencias del abandono del ciclista en la Vuelta desde el punto de vista estrictamente médico. Es un hombre que ha seguido atentamente -tratando de dominar su capacidad de sorpresa en algunas ocasiones todo lo que se ha dicho y escrito sobre Induráin. a lo largo de las últimas semanas. Por ese motivo, Padilla recomienda no dramatizar, recalca que la Vuelta no hipoteca la decisión de futuro del navarro y pide un esfuerzo de reflexión por parte (de todos. "Hay que cuantificar todas las variables para encontrar la respuesta a las preguntas claves: ¿qué es lo que soy? ¿qué es lo que puedo hacer?". Padilla hace una reflexión sobre cómo se interpretan los triunfos de Induráin: "A cualquier deportistas una medalla de oro olímpica le dura toda la vida. A Induráin, lo mínimo">El diagnóstico. "Induráin está pasando un proceso infeccioso que ha sido el factor determinante de su abandono en la Vuelta. Empezó como una sinusitis que, como consecuencia, se convirtió en bronquitis. Lo prioritario ahora es que se cure, físicamente: la mala salud es lo que le ha hecho bajarse de la bicicleta: no estaba al 100%, tenía pocos recursos de recuperación, que se minaban día a día, y se le añadieron los problemas de salud".>

La causa. "Cuando la capacidad de recuperación no es perfecta, los mecanismos de defensa del organismo están más bajos y más alta es la posibilidad de una infección. Es un problema que suele darse a comienzos y finales de temporada. Un símil: es como cuando se quiere acelerar la maduración de una fruta verde y mantener fresca una fruta pasada. Quizás el proceso infeccioso pueda ser la resultante: un sobreesfuerzo que le ha pasado un poco de factura. Cada día respondía menos. También a comienzos de temporada Induráin sufrió catarros y tuvo que retirarse de alguna carrera [Vuelta a Andalucía]. Pero eso es normal, le pasa a todos los deportistas. La Vuelta tenía dos fases. En la primera, hasta la contrarreloj, donde se trataba de ver su capacidad de rodar en solitario, Miguel había estado ahí, no estaba muy dañado. En la segunda, quedaba la incógnita de su potencial de recuperación, que es lo que la montaña puso a prueba".

> Ahora. "No sé cómo va a plantear Miguel sus perspectivas de futuro. Hay que reflexionar y hacer balances objetivos. Miguel ha tenido una temporada muy buena [triunfos en la Vuelta al Alenetejo, Asturías, Bicicleta Vasca, Dauphiné Libéré, campeón olímpico], que firmaría el 99% de los corredores del pelotón. Es como si un corredor de maratón corriera normalmente por debajo del récord mundial, a 2.05 o 2.06, y un día hiciera 2.09 y empezara a cuestionársele. Nos habría gustado a todos, que este año también hubiera ganado todo. Cada año que ha pasado, en vez de quitarle objetivos, le hemos añadido más porque veíamos que es un hombre capaz de ellos y de encadenarlos año tras año: Tours, Mundial, récord de la hora, Vuelta... Ahora, lo primordial es que cure la salud; si no, no puede plantearse objetivos".

> El futuro. "Para plantearlo, hay muchas variables que cuantificar desde el punto de vista físico: el potencial físico, el potencial fisiológico, la voluntad, la capacidad de entrenamiento. Son las variables que nos estudiamos todos los años a la hora de planificar los objetivos. Son las que nos

dan la respuesta a las preguntas primordiales: ¿qué es lo que soy? ¿qué es lo que puedo hacer? El asunto no es tan sencillo. No nos lo podemos plantear pensando que es una máquina, así que es imposible analizar la situación mirando sólo su cuerpo. Si se hace una predicción eliminando ciertos factores, siempre se llega a una conclusión errónea porque los eliminados pueden ser los factores decisivos.> Dudas. "Su participación en la Vuelta no ha hipotecado su futuro. No hay que dramatizar. Hay que dejarle disfrutar de lo que ha hecho, algo que nunca se ha logrado por su propia capacidad. El logro de un objetivo le ha supuesto marcarse otro, y un fallo en el segundo ha hecho que se le cuestione el primero. No podemos enterrar un mito. A cualquier otro deportista, una medalla de oro olímpica le dura toda la vida, a Miguel le ha durado lo más mínimo. Tomemos el caso de Michael Johnson. El atleta estadounidense ganó dos medallas de oro durante los Juegos. Después siguió compitiendo. Perdió dos carreras y nadie se atrevió por eso a quitarle brillo a sus victorias olímpicas".

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Sobre la firma

Carlos Arribas
Periodista de EL PAÍS desde 1990. Cubre regularmente los Juegos Olímpicos, las principales competiciones de ciclismo y atletismo y las noticias de dopaje.

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