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Un Consejo de Estabilidad franco-alemán

Francia y Alemania propugnan la creación de un Consejo de Estabilidad en el que se integren sólo los países que accedan al euro. Ese consejo será el encargado de decidir qué país incumple sus déficit públicos y aprobar las sanciones Correspondientes. Alemania quiere que el país infractor sólo disponga de seis meses para volver al redil. El Benelux y los países nórdicos exigen un lapso de 12 meses porque consideran que ése es el mínimo para que las medidas correctoras tengan efecto. La Comisión se ha situado en medio: nueve meses.Los ministros deben pulir también el futuro mecanismo de cambios que sustituya al actual. El SME-bis hará girar en torno al euro al resto de monedas que se queden fuera. El Instituto Monetario Europeo quiere que sus bandas actuales de fluctuación sean muy semejantes a las actuales (15% por arriba y por abajo de la paridad central). Pero algunos países reclaman que haya también una banda de fluctuación, más estrecha, que ligue entre sí -y no respecto al curo- a las monedas que se queden fuera. Hoy no se tratará el tema de la obligatoriedad de pertenecer a este mecanismo de cambios para poder acceder al curo. El Reino Unido se opone al SME-bis y considera que lo más importante es controlar la inflación para evitar oscilaciones monetarias.

Los ministros deberían también alcanzar un acuerdo político sobre la fecha de entrada en vigor de las paridades fijas. La previsión actual es que las paridades no se fijen hasta la entrada en vigor del curo, el 1 de enero de 1999, pero eso podría dar lugar a grandes tormentas monetarias desde la fecha de la criba de monedas (primavera de 1998). La Comisión y el IME ya alcanzaron en julio un acuerdo para fijar las paridades en el mismo momento de la criba.

Otro capítulo importante a resolver es el estatuto jurídico del curo, reclamado por las instituciones financieras europeas para preparar el tránsito a la nueva moneda. El problema es jurídico ya que el estatuto del curo no puede tener rango legal hasta que sea aprobado por la unanimidad de los países integrantes del euro. Y la lista de participantes no se conocerá hasta abril de 1998.

Bruselas propone aprobar un estatuto provisional que sea luego ratificado, pero eso puede no ser una garantía jurídica suficiente para la banca y las empresas.

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