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Tribuna:VUELTA 96
Tribuna
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Una etapa viva

Por lo menos no ha sido una etapa de paseo. Y eso a estas alturas de temporada y con un recorrido tan largo, casi 230 kilómetros con los neutralizados, no es poco. Ha sido diferente a lo que se pensaba la gente. En el pelotón nos esperábamos un día más bien tranquilo y llegar a meta con considerable retraso. Y ha sido lo contrario.Sin haber rodado a tope, se ha ido a un ritmo bastante vivo. A nosotros, los ciclistas, esa marcha nos favorece. Si fuéramos más tranquilos, al final habríamos gastado bastante más tiempo sobre la bicicleta, el cuerpo se acomodaría y cuando llegara el tiempo de atacar, las piernas sufrirían más el cambio de ritmo.

Ha sido una etapa viva. Desde el kilómetro 0 se han producido ataques de gente con ganas. El día era propicio en teoría: una etapa larga, maratoniana, y la gente más entera al ser el comienzo de la Vuelta. Y más viendo el caso de ayer de la escapada de Igor. Pero el equipo del líder no se ha dejado, han estado por la labor de mantener el maillot amarillo. Saben que lo pueden hacer toda esta semana, en la que las etapas no son duras y tienen posibilidades de defenderlo.

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El final, los últimos 20 kilómetros, ha sido muy rápidos, rapidísimo. En ello nos ha favorecido el terreno, ya que picaba hacia abajo. Pero lo que no nos gusta a los corredores es que nos metan este tipo de llegadas, con 5 o 6 kilómetros finales entre calles.

El pelotón se enfila y a la menor está el corte hecho. A los sprinters hay que dejarlos solos con su trabajo, son unos artistas con un control de la bicicleta y unos reflejos increíbles. A Miguel, a quien veo muy atento estos días para que no le pillen los cortes, le ha pillado porque no ha sido de ésos que cogen a la mitad del pelotón. Delante sólo han entrado los que disputaban el sprint.

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