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TOUR 96

Pili y Mili y el 14 de julio

Carlos Arribas

Se mueren por una cámara de televisión. Montan su número delante de ella, se amenazan, se reprenden, pero todo es falso. Pili necesita a Mili tanto como Mili a Pili. Leblanc no existiría sin Virenque, y viceversa. Y mejor que estén en equipos diferentes. El público entra en esta guerra ficticia, recuerda la tormentosa historia de unas relaciones que vienen de lejos, la prensa disfruta de su constante combatividad y sus respectivos directores se frotan las manos. No necesitan un látigo para azuzarlos: saben que cuando salte uno allá estará el otro."Ni hay pique, ni rivalidad, ni guerra, ni nada", dice Bruno Roussel, director del Festina de Virenque. "Lo único que hay es una situación que permite que ambos, yendo juntos, alcancen sus respectivos objetivos -Virenque, la general, y Leblanc, triunfos de etapas- y una coincidencia en su terreno de expresión, la montaña".

Pero sin pasarse. "Lo único que espero es que sea lo suficientemente inteligente como para darse cuenta del juego y aprovecharlo", reflexiona Roussel.

- Pero Leblanc parece inteligente.

- No, yo hablaba de Virenque.

Vittorio Algeri, director del Polti (el equipo italiano de Leblanc), conoce el percal igual de bien. "Para nosotros es fabulosa esa relación de amor-odio", dice.

Con todos los pueblos de Francia travestidos ayer en blanco, rojo y azul, a los portaestandartes del ciclismo local les tendrían que haber entrado unos gramos más de deseo. El 14 de julio siempre vende bien. "El que quiera estar hoy en el corte bueno", decía Roussel por la mañana, "sólo tendrá que hacer una cosa: fijarse en los ojos de los franceses. Pero los míos no se moverán: para Virenque y Dufaux no es terreno, y Brochard bastante tendrá con recuperarse de los esfuerzos del día anterior".

En el famoso corte, el que hizo trabajar a los de Induráin, había tres festinas, entre ellos, claro, Virenque, que provocó la tensión de cuerda acelerando para puntuar en la montaña, y cómo, no, Leblanc. Astuto el técnico Roussel, que sabe motivar sin motivarse. "Para mí el 14 de julio no significa nada. Soy bretón", dice.

-¿Qué día es la fiesta nacional bretona?

- No me interesa saberlo. Lo que quiero decir es que no creo en banderas ni nacionalismos. La única bandera que me interesa es ésta [señalándose en el pecho el escudo de Festina], la del patrón que me paga.

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Sobre la firma

Carlos Arribas
Periodista de EL PAÍS desde 1990. Cubre regularmente los Juegos Olímpicos, las principales competiciones de ciclismo y atletismo y las noticias de dopaje.

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