La juez del 'caso Zabalza' inspeccionará el cuartel de la Guardia Civil de Intxaurrondo
La juez Arantxa Aginaga, encargada de la investigación del caso Zabalza, decidió ayer realizar una inspección en el cuartel de la Guardia Civil de Intxaurrondo, en San Sebastián. En sus dependencias estuvo detenido Mikel Zabalza antes de que su cadáver fuese hallado en aguas del río Bidasoa. La inspección ocular ha sido fijada para el próximo jueves, según informó Íñigo Iruin, el abogado de la familia de Zabalza. Éste fue detenido el 26 de noviembre de 1985 por su presunta colaboración con ETA y 20 días después fue encontrado muerto en el Bidasoa a su paso por Endarlaza (Navarra).
Un reciente informe elaborado por los forenses adscritos a los juzgados de San Sebastián ha puesto en tela de juicio que Zabalza muriese ahogado en el Bidasoa, como afirmaba la versión ofrecida en su día por la Guardia Civil. Ésta nunca ha podido demostrar que Zabalza colaborase con ETA. Sin embargo, el forense Luis Concheiro, que participó en la autopsia, se ratificó en su primer dictamen, elaborado poco después de que fuera hallado el cadáver, en el que certificó que Zabalza había muerto ahogado en el río.La investigación sobre la muerte de Zabalza se reabrió el pasado noviembre, después de que el caso fuera archivado en 1988 al haber quedado acreditada la existencia de restos de taladrina en el estómago y en la sangre de la víctima. La taladrina es una sustancia que varias fábricas vertieron en 1985 al río Bidasoa.
Carmen Baigorri y Luis Miguel Querejeta, los forenses que han realizado el último informe, dudan de que Zabalza muriese por sumersión en otro líquido. El fallecido tenía 32 años cuando fue detenido, era natural de Orbaiceta (Navarra) y trabajaba como conductor de la Compañía del Tranvía de San Sebastián. Tras ser detenido, según la versión de la Guardia Civil, fue trasladado hasta Endarlaza en busca de un escondite con armas, pero en el interior de un túnel y esposado consiguió zafarse de los tres agentes que lo custodiaban y arrojarse al agua por un agujero estrecho. Zabalza era de complexión fuerte y no sabía nadar.
La juez Aginaga ha citado a declarar el próximo martes en San Sebastián al ex director de la Guardia Civil Luis Roldán, quien en las fechas de la detención era delegado del Gobierno en Navarra. El cadáver apareció en el término municipal de Endarlaza, que pertenece a esa comunidad foral, aunque en el límite con Guipúzcoa, por lo que la autopsia se practicó en Pamplona.
La juez ha citado también a declarar como testigo, el próximo miércoles, al ex contrabandista Pedro Luis Miguéliz Dabadie, Txofo, ya que éste manifestó en un medio informativo que la muerte de Zabalza había sido obra de los guardias civiles Enrique Dorado Villalobos y Felipe Bayo Leal.
La familia de la víctima sospecha desde hace años que Zabalza fue sometido a torturas, entre ellas a la conocida como la bañera, consistente en sumergir la cabeza en agua con el fin de arrancarle una confesión. La juez probablemente intentará confirmar si en Intxaurrondo hay un cuarto de baño y otras dependencias donde presuntamente ocurrieron los hechos, según declaraciones que obran en el sumario.
Custodiado por agentes
La versión oficial aseguraba que Zabalza estuvo custodiado en Endarlaza por los guardias civiles Gonzalo Pérez García, Arturo Espejo y Segundo Castañeda. Miguéliz ha declarado acogido a la ley de protección de testigos en el caso Lasa-Zabala, que instruye el juez de la Audiencia Nacional Javier Gómez de Liaño, para aclarar el secuestro y posterior asesinato de los presuntos etarras José Antonio Lasa y José Ignacio Zabala.Miguéliz ha narrado las confidencias que le hizo en su día el ex sargento de Intxaurrondo Enrique Dorado Villalobos, acusado de ser autor del secuestro, torturas y asesinato de los dos presuntos etarras desaparecidos en el sur de Francia en 1983. Dorado Villalobos también confió al ex contrabandista que Mikel Zabalza no aguantó las torturas que le estaban infligiendo él mismo y Felipe Bayo.
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