El Festival de Jazz de Montreux cumple 30 años
Con la abundancia habitual en el menú musical ayer se inició la cita anual del Festival de Jazz de Montreux, que en esta edición celebra tres décadas de existencia en esta tranquila localidad de la ribera del Leman, transformada de la mano del director Claude Nobs en una de las mecas musicales del verano.Si inicialmente se consagró al jazz, la oferta actual de Montreux -que tiene unos 700 millones de pesetas de presupuesto y espera la presencia de 90.000 espectadores- recorre la mayoría de las tendencias musicales. Aunque este año, nostalgia obliga, el festival va a convertirse en un revival de los primeros tiempos. Por eso vuelve, el día 10, a los 30 años justos de su primera actuación, el saxofonista californiano Charles Lloyd. En esta ocasión ha dejado a Keith Jarret y compartirá cartel con otro virtuoso del piano, Michel Petrucciani.
El día 9 acudirá a la cita Deep Purple. Hace ahora 25 años, también durante su presencia, se incendió la sede del festival, lo que originó un título legendario: Smoke on the water. Paco de Lucía, Al di Meola y John McLaughlin actarán el lunes 8, y hoy lo hacen María Bethanla y Milton Nascimento.
Nobs, que lanzó este festival siendo el chaval que se ocupaba de la asociación de jóvenes de Montreux y que este año pagará a los artistas en especie con vacas suizas, ha brindado el honor de abrir el acontecimiento al músico helvético Stephan Eicher. Y se traerá un centenar de artistas de todos los horizontes musicales y geográficos para montar un espectáculo por todo lo alto: Ray Barreto, el 14; George Benson, el 15; Santana, el 16; Phil Collins, el 17; Quincy Jones, el 19, y Oscar Peterson el 20, que cerrará 15 días de música, serán otros protagonistas.
