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La arquitectura no es de los arquitectos, dice Carme Pinós

Carme Pinós, premio Nacional de Arquitectura en 1995, afirmó ayer: "La arquitectura no es de los arquitectos". Pinós intervino en una mesa redonda junto a Antoni Siurana, alcalde de Lleida; Xerardo Estévez, alcalde de Santiago y arquitecto; Borja Carrera-Moysi, gerente de Urbanismo de Barcelona, y Vicente Verdú, periodista y escritor.El objetivo del encuentro era discutir sobre el papel social del arquitecto. La mayoría de los ponentes enfatizó el papel social de la arquitectura. La frase de Pinós se situaba en este mismo contexto. En su opinión, el congreso hubiera tenido que invitar a otros profesionales que aportaran otros puntos de vista de forma que permitieran al arquitecto entender exactamente qué debe hacer en cada caso desde una "visión global". Pero su afirmación no fue del agrado de parte de los asistentes. Terminada la ronda de quienes ocupaban la mesa, cuatro congresistas tomaron la palabra. Los cuatro coincidieron en rechazar que el arquitecto deba subordinarse a otros intereses que los propios. Uno de ellos afirmó tajantemente que los arquitectos no pueden servir a la sociedad porque lo que ésta pide no es de recibo. Otro reprochó a Pinós su afirmación y le preguntó de quién va a ser la arquitectura. Un tercero afirmó que el peor arquitecto proyectaría mejor su ciudad que el alcalde que tiene y que, encima, dijo, tiene votos.

Las críticas

También Vicente Verdú recibió duros reproches por haber dicho que los arquitectos "son reacios a la crítica". Una de las intervenciones, airada, rechazando esta afirmación provocó considerables aplausos. Verdú había hablado de la especial sensibilidad de los arquitectos ante la crítica y también de la conveniencia de que relativizaran su profesión y la despojaran de la "sobrecarga moral" que les otorga una especie de función redentora.Siurana, Estévez y Carreras-Moysi coincidieron en la necesidad de que el crecimiento de las ciudades esté planificado previamente. En este sentido, Siurana aprovechó para cargar contra el decreto de liberalización del suelo y preguntó a los presentes a qué se debía el silencio de la profesión. Estévez, que se preguntó por la escasez de arquitectos en política, aseguró: "Antes de crecer, la ciudad tiene que ser soñada y luego dibujada, planeada".

Carreras-Moysi añadió que la ciudad no puede crecer indefinidamente y se planteó el sentido de que en Barcelona haya 30.000 viviendas desocupadas, cuando éste es el techo de crecimiento que se otorga a la ciudad.

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