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Una hija de Ufkir, el general que traicionó a Hassan, escapa de Marruecos a través de España

ENRIC GONZÁLEZ / IGNACIO CEMBREROAyer concluyó en París la fuga de María Ufkir, la hija menor de Mohamed Ufkir, el general marroquí, ex ministro de Defensa y brazo derecho de Hassan II muerto de tres balazos, en extrañas circunstancias, el 17 de agosto de 1972, tras ser acusado de alta traición después de un atentado fallido contra el rey Hassan II. La versión oficial es que se suicidó. La de la capital francesa fue la última etalpa de una carrera que pasó también por Ceuta, Sevilla y Madrid, y sobre la que las autoridades españolas mantenían ayer un bloqueo informativo casi total.

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La huida comenzó a prepararse hace más de un año

María, 32 años, su tía o prima Achura Chena y su hijo adoptivo Mikael, de tres años y medio, llegaron ayer al aeropuerto de París en un vuelo procedente de Madrid. La cadena pública France 2 retransmitió en directo, en su informativo de las 13 horas, el aterrizaje del avión y la aparición de los tres refugiados en un aeropuerto repleto de cámaras y periodistas. Con las dos mujeres y el niño, visiblemente fatigados y aturdidos, estaban el abogado Georges Kiejiman (amigo del fallecido François Mitterrand) y el realizador de televisión Pierre Cadeac, supuesto organizador de la huida.María Ufkir no quiso dar detalles de su huida de Marruecos, país que tenía prohibido abandonar desde que en 1991 salió de reclusión. Se limitó a decir que se sentía feliz, que sólo deseaba que su situación administrativa en Francia se resolviera sin problemas y que esperaba reencontrarse pronto con el resto de su familia.

El abogado Kiejman afirmó que tenía "esperanzas, pero ninguna certeza" de que Francia concediera el estatuto de refugiados políticos a sus clientes, subrayó su agradecimiento a las autoridades españolas "por su acogida a los Ufkir" y expresó su confianza en que "otros miembros de la familia" puedan "encontrarse pronto" en París. Este optimismo no parecía encajar con la tesis dé una fuga que, aparentemente, deja en mal lugar a Marruecos. Se sabe que Hassan II y el presidente Jacques Chirac hablaron el 7 de mayo en París de la familia Ufkir, de Abraham Serfaty, en el exilio y pendiente de autorización para regresar a Marruecos, y de otros presos políticos.

El 10 de mayo, cuando Hassan II había regresado ya a Rabat, Chirac anunció la concesión de una gracia parcial (una reducción de pena rarísimamente concedida a Omar Raddad, jardinero marroquí condenado por asesinato a 18 años de cárcel, tras un proceso plagado de deficiencias. Un nieto de Hassan había intervenido en el proceso y el propio rey intercedió ante Chirac por Raddad.

Operación Rescate

Pierre Cadeac, el presunto cerebro de la Operación Rescate, explicó que conoció a los Ufkir hace cuatro años, durante el rodaje de un documental en Marruecos, y que inmediatamente simpatizó con la familia. "Su encarcelamiento fue terrible. Cuando salieron de la prisión, María pesaba 25 kilos y el sol le quemaba la retina tras años de oscuridad", señaló. Cadeac dijo que organizar la salida de los Ufkír porque "la vía diplomática estaba fracasando". Para ello, volvió a Marruecos argumentando un nuevo rodaje, lo que le permitió obtener "mucha confianza y cooperación por parte de las autoridades locales". Luego, embarcó a María, Achura y Mikael rumbo a Algeciras y neutralizó al tripulante marroquí.

"El tiempo era horroroso y casi perdemos la vida", añadió Cedeac. "Por ello tuvimos que quedarnos en Ceuta, donde las autoridades españolas aceptaron socorrernos". Estuvieron primero "en una base militar" y luego fueron trasladados "con un helicóptero militar" hasta la península, para terminar en un hotel de Sevilla.

Las autoridades españolas facilitaron a lo largo del día de ayer escasa y confusa información sobre el caso. Inocencio Arias, portavoz de Exteriores, se contradijo, por ejemplo, en sus explicaciones sobre la primera ciudad que pisaron al llegar a la Península. De diversas declaraciones se deduce que los Ufkir se presentaron el viernes en Ceuta, donde entraron ilegalmente y solicitaron a las autoridades españolas pasar por la península para obtener asilo en un país de la Unión Europea, preferentemente Francia. El Delegado del Gobierno tuvo una doble preocupación: sacarles cuanto antes de allí y ponerles protección por si algún agente marroquí les perseguía. Hasta ayer por la mañana, cuando se embarcaron en un avión rumbo a París, estuvieron custodiados. El sábado, fueron trasladados a Sevilla en un helicóptero del Servicio de Vigilancia Aduanera de la Guardia Civil, que, en . su ruta hacia Jerez de la Frontera, hizo escala excepcionalmente en la capital hispalense. Permanecieron en la capital andaluza, en un hotel de la cadena Sol-Meliá, hasta ayer por a mañana. "Durante su estancia de tres días se intentó, presumiblemente, arreglar con el futuro país de acogida los trámites para su traslado", comentó un diplomático. Ayer subieron a bordo de un tren, AVE a primera hora y, al llegar a Madrid, se dirigieron a Barajas, donde embarcaron a bordo de un vuelo regular de Iberia a París.

El Gobierno español esperó a que la familia Ufkir llegase a Sevilla para comunicárselo a las autoridades marroquíes, a través de la Embajada de España en Rabat. "De hacerlo mientras estaban en Ceuta acaso habrían surgido tensiones, porque Marruecos no reconoce la soberanía española sobre esa ciudad ni sobre Melilla", comentó un diplomático.

La discreción con la que han actuado los ministerios de Exteriores e Interior obedece, aparentemente, a la misma razón: no indisponer a Rabat. El presidente de la República Árabe Saharaui Democrática, Mohamed Abdelaziz, no será recibido por nadie del Gobierno durante su estancia en Madrid, iniciada ayer. Tampoco obtuvo audiencias en su anterior visita a España, en 1994, aunque un año antes sí logro entrevistarse con Felipe González, que le recibió como secretario general del PSOE.

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