_
_
_
_
_
TOLEDO

Estilos distintos y ganas de agradar

Una tarde en Toledo más que entretenida. Con toros desiguales en juego pero nobles, y con toreros dispuestos a agradar al respetable y a sí mismos. Veteranos y nuevos en el panorama taurino, cada uno en su estilo, desgranaron sus conocimientos y realizaron faenas que fueron premiadas con generosidad.Joselito, en su primero hizo una faena irregular, que subió de tono en el toreo con la mano derecha. No llegó a acoplarse por el pitón izquierdo. Lo mejor de la faena, el tpestoconazo irremediable.

En su segundo toro Joselito estuvo a gusto. Le tocó en buena suerte un torillo muy noble, al que le dieron la vuelta al ruedo en un exceso de complacencia. El torero madrileño, después de un quite por verónicas, rematado con una larga cordobesa, dibujó una faena en muleta completa, inspirada y de pases de diferentes marcas.

Hernández / Romero, Joselito, Rivera

Cinco toros de Domingo Hernández (uno, devuelto); de Garcigrande, 4º, premiado con vuelta al ruedo y 6º sobrero: desigualmente presentados, cómodos de cabeza, algunos sospechosos de pitones; de juego irregular, resultaron nobles.Curro Romero: bajonazo y descabello (palmas); bajonazo (vuelta). Joselito: estocada delantera (oreja); estocada (dos orejas). Rivera Ordóñez: estocada trasera (oreja); estocada desprendida (oreja). Joselito y Rivera Ordóñez salieron a hombros. Plaza de Toledo, 6 de junio. Tres cuartos de entrada.

Toreó más lento con la izquierda, aunque sin ligar, y más ceñido y reunido sobre la derecha. Un pase de las flores ligado con un circular por delante, elevó la temperatura en los tendidos. Al final del trasteo dio bellos naturales, uno a uno, con la mano derecha, sin el estoque simulado, de bella factura. La espada quedó en la cruz, el toro rodó sin puntilla y le concedieron las dos orejas.

Rivera Ordóñez a su primero lo recibió con una larga cambiada y lances vibrantes. La faena de muleta fue a menos, pero toreó con limpieza por redondos y la espada fue tercera. Mejoró su actuación en el sobrero de Garcigrande. Supo darle la distancia adecuada y tiró con temple del burel en redondos y naturales. Los pases de pecho obligados fueron estupendos.

Curro Romero sufrió una voltereta en el cuarto. Paró el toro en los medios y le endilgó verónicas que tuvieron emoción. El toro apretaba y Curro le plantó cara. Abrochó la serie de verónicas con una media, perdió el capote, se quedó descubierto y el toro le dio una buena voltereta.

Curro respondió al toro en su turno de quites: dos verónicas mecidas y media muy buena. Y luego, con la pañosa, porfió ante un burel que terminó claudicando, al tumbarse en la arena, y no pudo haber faena.

A su primero, Curro Romero le recibió con garbosas verónicas, mejorando los lances en su turno de quites. En la muleta ejecutó una faena intermitente, en la que destacaron una trinchera, un kikiriki y una serie de suaves naturales.

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_