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La dirección del PP cierra la crisis balear apoyando la "censura democrática" a Soler

Javier Casqueiro

La dirección del PP rechaza que la crisis del partido en Baleares se haya debido a un "golpe de mano o de fuerza" de Gabriel Cañellas, el ex presidente autonómico. Califican el comportamiento de la mayoría del grupo parlamentario autonómico al forzar la pasada semana la dimisión del actual presidente, Cristòfol Soler, como una "moción de censura democrática" y apoyan a su sustituto, Jaume Matas. La sede central del PP se convirtió ayer en el escenario elegido por los distintos contendientes para mostrar una aparente pacificación, al menos hasta que se celebre el congreso balear, como los demás, en otoño.

"Los diputados del PP no son borregos a los que se les pueda decir que aprieten un botón y punto. Si la mayoría del grupo parlamentario decidió desautorizar al presidente balear ya en funciones no se puede atribuir ese comportamiento sólo a los deseos de Cáñellas", indicó ayer un miembro de la dirección nacional del partido. Con esta frase se, quiso convalidar también como una "moción de censura encubierta y democrática" la actuación de la mayoría de sus cliputados autonómicos al votar 20 de los 31 posibles contra la re ordenación del Gobierno balear planteada por Soler.Génova 13, el edificio que alberga la sede central del PP, se convirtió ayer en lugar de peregrinación para varios de los protagonistas de la crisis del partido en Baleares. Desde las islas llegaron en el mismo avión representantes de dos sectores con intereses enfrentados. Por un lado se entrevistaron con el coordinador general del PP, Ángel Acebes, y con el secretario de organización, Juan Carlos Vera, el posible sucesor de Soler en la presidencia del Gobierno autonómico, Jaume Matas; el alcalde de Palma, Joan Fageda, y el candidato de los críticos a la presidencia del partido en Baleares, Joan Verger.

Todos ellos pretendían el adelanto urgente del congreso regional para celebrarlo antes del verano y proclamar de manera formal como nuevo hombre fuerte del PP en las islas a Verger. Esa opción es apoyada por Cañellas.

El actual presidente del PP balear, Joan Huguet, también viajó a Madrid, mantuvo por la mañana entrevistas de segundo nivel en Génova 13 y preparó para la tarde su intervención ante la Junta Directiva Nacional. Huguet explicó su versión de los acontecimientos y reclamó un período de pacificación y tranquilidad que debía pasar, obligatoriamente, por convocar el congreso sin adelantos, es decir en septiembre u octubre, como los demás en el resto de las regiones.

Aunque la dirección nacional del partido proclama su intención de no interferir en conflictos internos de sus estructuras regionales, sí transmitió ayer su respaldo oficial al nuevo candidato a presidente del Gobierno autonómico, Jaume Matas. No ha sucedido lo mismo con la persona que debe hacerse cargo de las riendas del partido en las islas. Esta situación se interpreta como que las candidaturas y las listas para el congreso a celebrar en otoño están abiertas para todos, también para Huguet.

Gabriel Cañellas dimitió como presidente autonómico y como presidente regional del PP, hace menos de un año por su presunta implicación en el escándalo del cobro de comisiones del túnel de Soller, pero sigue controlando el grupo parlamentario que descabezó esta semana a Soler.

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Un miembro de la dirección del partido explicó por qué mantienen respecto a Cañellas una posición de prudencia: "Aznar le pidió una serie de cosas [las dimisiones] y él las cumplió, pero no está sentenciado. Sólo ha sido inculpado y, por tanto, no se le puede amordazar".

Por otro lado, el ala más dura del Partido Popular de Baleares se ha planteado recuperar una preciada área de poder política perdida: el Consell Insular de Mallorca, desde las últimas elecciones locales de 1995 en manos de la izquierda (PSOE, PSM e IU) y bajo la presidencia de Unió Mallorquina (UM), una pequeña formación nacionalista que durante una década fue aliada del PP. El Consell tiene competencias esenciales: urbanismo, asistencia social, cultura y planes de cooperación municipal, informa Andreu Manresa.

En la reuniones de los grupos de diputados populares y de la comisión. ejecutiva en las que se tramó la caída del centrista presidente autonómico Cristófol Soler, del PP, se barajó la posibilidad de deshacer en breve el pacto de la izquierda y los nacionalistas en Mallorca mediante un nuevo acercamiento a UM.

En el PP hasta se ponderó ya la asignación de las eventuales áreas y presidencias de comisión. Ésta es la plasmación de cómo se conducen las negociaciones internas y se ofrecen compensaciones a las familias del PP, que vive una crisis de autoridad interna, según han descrito personas que han intervenido en los contactos. Ayer ningún consejero insular popular estuvo dispuesto a comentar estas circunstancias.

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Sobre la firma

Javier Casqueiro
Es corresponsal político de EL PAÍS, donde lleva más de 30 años especializado en este tipo de información con distintas responsabilidades. Fue corresponsal diplomático, vivió en Washington y Rabat, se encargó del área Nacional en Cuatro y CNN+. Y en la prehistoria trabajó seis años en La Voz de Galicia. Colabora en tertulias de radio y televisión.

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