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Los empresarios apuestan por la continuidad en la política turística

La Mesa del Turismo, lobby compuesto por una treintena de empresarios del sector, considera que la política turística del nuevo Gobierno debe continuar, en líneas generales, las directrices marcadas por el ex ministro Javier Gómez-Navarro, cuya gestión valoró positivamente. "Resolvió problemas pero, sobre todo, creó instituciones para resolverlos", señaló ayer, en la presentación del informe de coyuntura turística 1995, Alfonso de Urbina, presidente de la Mesa.En opinión de estos empresarios, que ocupan cargos directivos en 10 de los 13 subsectores turísticos, la comisión interministerial, el consejo promotor del turismo y la conferencia sectorial 11 son instrumentos fundamentales que en ningún caso deben desaparecer. La pregunta ahora es: ¿quién los va a presidir?".

Con la reestructuración ministerial, el máximo responsable del Turismo, José Manuel Fernández Norniella, ostenta el cargo de secretario de Estado (compartido, además, con Comercio y Pymes), lo que, según Urbina, "puede crear problemas protocolarios con los consejeros de las comunidades autónomas, con rango de ministros, y en cuyas manos está la mayoría de las competencias". Félix Arévalo, secretario de la Mesa, añadió que estos cambios han suscitado un gran desconcierto en el sector.

Balance de 1995

En cuanto al balance de 1995, la Mesa del Turismo considera que "fue un buen año, a pesar de la menor ocupación hotelera". El aumento de un 8,5% en los ingresos, estimados en 3,1 billones de pesetas, justifica ese optimismo, que contrasta con los resultados desfavorables del turismo emisor "que no tiene muy buenas perspectivas, porque el consumo no despega". Asimismo, el informe de los empresarios, que maneja datos oficiales, junto a los de 400 empresas y organizaciones del sector, señala como principales problemas "la precaria capacitación profesional, la oferta sobredimensionada, la excesiva carga fiscal y el crecimiento de la oferta no reglada".También consideran una dificultad añadida lo que califican de sarpullido legal, al haberse aprobado legislaciones turísticas diferentes en cada una de las comunidades autónomas, "lo que hace que los profesionales, a menudo, no sepan a qué atenerse". "Por mucho que las competencias estén transferidas", señaló un representante de los empresarios, "hay aspectos que tienen que ver con la planificación económica global de la primera industria del país, en los que el Estado no puede abdicar de sus funciones".

En cuanto a las previsiones para esta temporada, De Urbina mostró su preocupación, "eso sí, muy matizada", por la evolución de los mercados británico y alemán "que parece que. no están tirando como el año pasado". En su opinión, los mayoristas de esos países aprovechan la menor incidencia para bajar los precios de contratación en España".

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