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El Bayern salva su miseria con la Copa de la UEFA

El Bayern salvó anoche en Burdeos su temporada, pero lo hizo sin el brillo que cabría exigirle a todo un campeón continental. Pese al resultado, el mismo juego mísero que ha venido practicando, y que incluso le llevó a perder la Bundesliga ante el Borussia Dortmund, le bastó para llevarse la Copa de la UEFA. Simplemente ganó una auténtica batalla de alambradas en la que cazó todos los intentos del Girondins por remontar el 2-0 desfavorable de la ida. El sueño del sorprendente equipo francés terminó así poco antes de la meta. Fue algo así como el ciclista escapado desde los primeros kilómetros de carrera que es cazado metros antes de cumplir su sueño. Clasificado en la repesca inicial de la Intertoto, se permitió eliminar en las semifinales a todo un Milan y asombró a todos con su juego preciosista en Europa cuando tampoco brillaba en su Liga. Pero desaprovechó en el partido de ida demasiadas ocasiones y la losa que le cayó en Baviera ya era muy difícil de levantar.El Bayern, como ya demostró en el Camp Nou frente al Barcelona, o antes en Nottingham, se mueve mejor fuera de casa. Es lo típico de los equipos grandes, pero no muy grandes. Lo difícil es construir y tampoco lo ha conseguido Beckenbauer, el presidente que se hizo también entrenador para tratar de arreglar las penurias. El 2-0 de la ida ya fue casi un milagro, con fortuna en el toma y daca.

Ayer, se limitó a poner barreras. La primera, con los dos puntas, Klinsmann y Kostadinov; la segunda, con Scholl y Frey; la tercera, con Ziege, Sforza y Strunz, la cuarta con Helmer y Babbel y hasta una quinta con Matthaeus antes del gran portero Kahn. Con todo este entramado no fue extraño que el Girondins apenas creara peligro.

El Bayern, además, enmarañó el partido de esa forma sutil que practican los equipos alemanes dando la sensación de que no son duros, sino nobles. Kostadinov, uniendo a ello la astucia búlgara, se cargó literalmente a capitán Lizarazu con una entrada que le abrió la tibia y ni siquiera fue merecedora de tarjeta amarilla.

La decisión parecía escrita. Simplemente era cuestión de tiempo. El Bayern tampoco había tenido ocasiones de gol, pero aprovechó la primera de Scholl, ya en la segunda parte. Fue la puntilla. Si conseguir un 3-0 ya resultaba, difícil para el Girondins, un 4-1 se convirtió en imposible. Y, sin suerte, además, porque antes de que Kostadinov lograra el 0-2, el poste se unió a la miseria alemana y paró otro tiro de Tholot. El tanto de Dutuel llegó más que tarde y aún tuvo fortuna Klinsmann antes del fin.

El Bayern, con todo, que tenía en su historial 3 Copas de Europa -la última hace 20 años- y 1 Recopa, se une así al Ajax (4, 1, 1), al Barcelona (1, 3, 3) y al Juventus (1, 1, 3), los tres únicos equipos que han logrado las tres competiciones europeas.

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