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Crítica:
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Termina la felicidad

Fuimos felices durante casi dos meses, aquellos en que no hubo Gobierno. Pero, como dijo Joaquim Molins el martes por la noche en el estreno de Tal como somos, el nuevo programa de entrevistas de Ángel Casas, "a la que hay Gobierno se reproduce la crispación". Y es que si para los políticos es muy duro ver al rival en La Moncloa, para los del PSOE debe de serlo doblemente. Tienen que sentirse como la "novia despechada", dijo Casas; con "un ataque de cuernos", apostilló Molins.También podrían verlo de otra manera y, con sentido del fair play, reconocer que Aznar, convirtiendo la necesidad en virtud, ha conseguido algo trascendental para todos. ¿Quién hubiera imaginado antes del 3-M que los doberman del PP, acusados de ser los herederos del franquismo, iban a gobernar por haber sabido pactar con los nacionalistas vascos y catalanes, que en la Guerra Civil estuvieron del lado republicano?

Casas, tranquilo, con sentido del humor y tenacidad en sus preguntas, conversó con Molins, el negociador de CiU, sobre este momento histórico. Molins. devolvió las pelotas como es su costumbre: con bastante claridad y con una sonrisa. Los de CiU, dijo citando a González, son "gente muy seria y muy responsable", y van a darle el voto a Aznar "no para que haga cualquier cosa con él", sino para que aplique el programa común.

Como una de las alegrías de esos felices tiempos en que no tuvimos Gobierno la aportó Javier Clemente al sacar al guardameta Molina a jugar como delantero frente a Noruega, era de justicia que Casas le invitara al estreno de Tal como somos. El seleccionador nacional, votante del PNV, dijo que si de él dependiera -"cuando pacto, cumplo"- los acuerdos del PP con los nacionalistas se aplicarían al pie de la letra. Y proclamó que el de los acuerdos de gobernabilidad no es un amistoso frente a Noruega, sino "un partido que hay que ganar". Como, dicho sea de paso, todos los de la próxima Eurocopa.

Cerraron el programa Juan Echanove y Juan Luis Galiardo, protagonistas de Turno de oficio, que la han armado con una escena en la que los funcionarios de un juzgado ocupan la jornada laboral leyendo un periódico deportivo, haciendo café y pintándose las uñas, y que los sindicatos han considerado un intolerable ataque a ese noble cuerpo. Pero Echanove puso las cosas en su sitio al decir en vísperas del 1 de Mayo: "Los sindicatos están para eso, están para poner el grito en el cielo y para protestar, y, además, están en su derecho, y si no lo hicieran mal nos iría". Y remató la faena con brillantez al añadir: "Quien se pica, ajos come".

Los responsables de TVE han apostado por dar en prime time, y en competencia con Médico de familia del imbatible Emilio Aragón, un programa "para los que le piden a la televisión algo más que populismo y tópicos sentimentales" (Casas dixit). Lástima que los muy pillos lo hayan hecho cuando están a punto de despedirse. Y es que la felicidad no suele ser duradera

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