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El Consejo de Ministros aprobará un acueducto urgente para Benidorm

El ex alcalde de Benidorm y presidente de la Generalitat Valenciana, Eduardo Zaplana, ha conseguido del ministro de Obras Públicas, José Borrell, con quien mantiene relaciones fluidas, la financiación de una conducción de emergencia que garantizará en verano el abastecimiento de la población turística de Altea, Benidorm, Finestrat y La Vila Joiosa. El acueducto, de 50 km de longitud, llevará agua del Júcar desde Alicante. Cuesta casi 4.000 millones y figura en la agenda del Consejo de Ministros de hoy.

La población flotante de la Marina Baja (norte costero de la provincia de Alicante) tendrá asegurado el abastecimiento de agua el próximo verano, a pesar de la ausencia casi total de lluvias durante el pasado invierno, hecho insólito en el resto de la península.El Consejo de Ministros de hoy tiene en su-agenda la aprobación de una obra de emergencia para complementar los recursos de agua del litoral norte alicantino, que durante el verano registra un espectacular incremento de población.

El proyecto fue presentado por el presidente de la Comunidad Valenciana, Eduardo Zaplana, al ministro de Obras Públicas, José Borrell quien ha dado su visto bueno, tras el encuentro que mantuvieron días atrás en la inauguración de la nueva presa de Tous. Una vez aprobado por el Consejo de Ministros, el proyecto será presentado en Alicante por el secretario de Estado José Alberto Zaragoza y el director de Obras Hidráulicas, Adrián Baltanás.

La acometida de emergencia consiste en una conducción para un caudal de agua de 500 litros por segundo de 50 kilómetros de longitud, desde el extremo norte del Acueducto Tajo-Segura (ATS), en Alicante, hasta la mancomunidad de la Marina Baja. El agua procederá del río Júcar en el embalse de Alarcón / Contreras y utilizará la canalización del ATS hasta Alicante.

Fuentes del Ministerio de Obras Públicas precisan que la conducción es una obra de emergencia para complementar, si fuera preciso, las fuentes habituales de abastecimiento de la zona afectada por la sequía. En ningún caso debe considerarse una prolongación del trasvase Tajo-Segura.

Aún así, puntualizan las mismas fuentes, es probable que el Gobierno se vea obligado a desarrollar alguna normativa para encuadrar esta obra de emergencia, ya que podría vulnerar los derechos de usuarios del río Júcar y tampoco está contemplado este uso adicional en la ley que regula la explotación del acueducto Tajo-Segura.

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