Un juez militar de Roma procesa al ex jefe nazi Priebke
El ex capitán de las SS, Erich Priebke, de 82 años, fue procesado el jueves por un juez militar de Roma, acusado de asesinato múltiple por la matanza de las Fosas Ardeatinas, situadas en las afueras de Roma, durante la II Guerra Mundial. Priebke, que fue extraditado de Argentina en noviembre del año pasado, no gozará de arresto domiciliario, al negarse a ello el juez de la audiencia preliminar, Giuseppe Mazzi, quien rechazó la tesis de la defensa del ex oficial nazi, dirigida a la admisión de atenuantes que hubieran llevado a declarar la prescripción de los delitos. La vista del juicio se iniciará el 8 de mayo.El fiscal, Antonino Intelisano, señaló en su acusación la crueldad y el papel dirigente de Priebke en la matanza, que tuvo lugar el 23 de marzo de 1944, y en la que perecieron 335 italianos, entre ellos un adolescente de 15 años y 75 judíos, que fueron añadidos a las listas por su condición de tales. Esto hizo al ministerio público rechazar el argumento de que se hubiera tratado de una represalia por la muerte de 33 soldados alemanes.
El miércoles, durante una de las sesiones de la audiencia preliminar, el ex capitán de las SS se declaró inocente y, por tanto, ajeno a cualquier arrepentimiento. Dijo que en las Fosas Ardeatinas hubo sólo una represalia legítima; invocó en su actuación la obediencia debida a órdenes directamente emanadas de Adolf Hitler y confesó haber matado él mismo a dos personas, macabro cupo que, dijo, correspondía a cada oficial. También aseguró que si se hubiera negado a disparar habría sido inmediatamente pasado por las armas.
Cuando, pretendiendo contestar a la acusación de actuación antijudía, narró que tal sentimiento era imposible, porque la mejor amiga de su mujer era hebrea, desde los bancos de los familiares de los asesinados, constituidos en acusación particular en la causa, así como otras instituciones, como la comunidad judía de Roma y el Ayuntamiento de la ciudad, se elevó un sonoro murmullo. No obstante, Priebke se permitió dar el pésame a las familias de sus víctimas mediante una declaración escrita que leyó él mismo, y en el aula dijo que era necesario poner todos los medios para que los hechos no se repitieran. Después añadió: "Pienso en los muertos con veneración y me siento unido a los vivos en el dolor". En la sala se oyeron entonces gritos y nuevos murmullos de desaprobación.
El ex oficial nazi, que desde su extradición está recluido en una cárcel militar de Roma, mantuvo en todo momento que los auténticos responsables de la matanza de las Fosas Ardeatinas fueron quienes mataron a los 33 soldados alemanes, y dijo que en la primavera de 1942 había en la capital italiana 12.000 partisanos y que, de no haberse llevado a cabo la represalia de las SS, podría haberse producido una sublevación popular, por lo que fue necesario intervenir con una "acción fuerte".
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