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Un juez argentino procesa a 30 personas por el 'caso IBM'

Juan Jesús Aznárez

, Antiguos colaboradores del presidente del Gobierno, del ministro de Economía o del secretario general de la presidencia argentina, algunos de ellos amigos personales, figuran en la relación de 30 procesados por presunto fraude cometido en el contrato suscrito entre el Banco Nación y la multinacional de la informática estadounidense IBM.El polémico contrato fue firmado con el fin de modernizar informáticamente la sede central y todas las sucursales de la principal entidad financiera argentina.

El caso IBM se saldó, en total, con 37 millones de dólares (Casi 5.000 millones dé pesetas) escamoteados de una u otra forma a las arcas públicas. Esta decisión judicial coincide con la noticia de que Suiza ha levantado el secreto de una cuenta dónde supuestamente fueron depositados alrededor de ocho millones de dólares, que formaban parte del botín.

Aldo Dadone -amigo del ministro de Economía, Domingo Cavallo- dirigía el Banco Nación cuando el año pasado se descubrieron las irregularidades en la negociación del contrato, así como en su posterior desarrollo. Ahora se ha convertido en uno de los principales implicados en el sumario. Junto a él está el entonces vicepresidente ¿le la entidad, Hugo Gaggero. También será procesado Juan Carlos Cattáneo, subsecretario de la secretaria general de la presidencia del Gobierno hasta el pasado año, cuyo actual titular es Alberto Kohan. Cattáneo, buen conocedor de las complejas rutas de acceso a la Administración y al Ejecutivo, estaba accionarialmente vinculado con la principal empresa contratista beneficiada por el contrato.

La medida dispuesta por el juez Adolfo Bagnasco, que de momento no ha encontrado elementos suficientes para imputar cargos por pago de sobornos, alcanza también a Adolfo Millán, ex-miembro del consejo directivo del banco y antiguo compañero de cárcel, durante la última dictadura, del presidente del Gobierno, Carlos Menem. El juez Bagnasco ha impuesto una fianza de un millón de dólares a cada uno de los encausados.

A consecuencia del caso, IBM-Argentina quedó descabezada y su presidente, Ricardo Matorana, fue forzado a dimitir inmediatamente de conocerse los hechos.

También dimitió el vicepresidente de Finanzas, Javier Orcoyen, y Gustavo Soriani, vicepresidente de Operaciones, fue despedido en cuestión de horas por la central norteamericana, donde peligran asimismo los puestos de quienes autorizaron y apoyaron la controvertida operación.

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