_
_
_
_
_

Vacas, política y una cuestión de confianza

THE GUARDIAN

¿Quiénes son las verdaderas víctimas, los consumidores o los ganaderos? Nadie lo sabe, pero el segundo día de la nueva era -desde que los ministros admitieron el miércoles que la enfermedad de las vacas locas puede haber sido transmitida a los humanos- ha producido fatales consecuencias para ambos.¿Qué deben hacer los consumidores? Lo único que pueden hacer es esperar. La mayor amenaza no es la carne de ahora, sino la que se consumió antes de que se, impusieran las restricciones a las vísceras de vacuno en 1989. Penalmente, incluso después de que los ministros prohibieran que se alimentara a las terneras con piensos elaborados con entrañas de oveja en julio de 1988, esperaron otros 15 meses antes de prohibirlos en la cadena de consumo humano basándose en el supuesto de que la enfermedad de los animales no podía transmitirse a los humanos.

Innecesariamente, durante 15 meses más, los sesos y la médula espinal de vacuno -las vísceras que contienen la BSE (encefalopatía espongiforme bovina)- se mezclaron con otras partes de ganado vacuno para las variedades baratas (le hamburguesas, pasteles de carne y embutidos. Previsiblemente, los pobres que compraron una mayor proporción de estos productos económicos estarán entre los grupos de máximo riesgo. Nada más se puede hacer por estas personas, excepto mantener una rigurosa vigilancia de los síntomas. ( ... )

Cuando un tema da mucho que hablar, lee todo lo que haya que decir.
Suscríbete aquí

, 22 de marzo

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_